De serlo, este sería un gran cierre a la saga. Sentido y vanaglorioso. De no serlo, muchos de los que saldrán resentidos o decepcionados tendrán su opción de redimirse.
Acá, Ari Aster hace una sátira a brocha gorda de EEUU, los gringos y cierta facción, bastante grande, que sigue creciendo y enquistándose cada vez más en la sociedad y poder.
"Sirat" es una experiencia que te pasa por encima. Que trauma cinéfilamente. Que no se puede (ni se quiere) borrar del recuerdo. Que es para el cine. Ese es su templo. ¡Bravo!