Por Carlos Bambarén
Esta es la primera vez que cubrimos el Festival Internacional de Cine de Miami y, como ya es costumbre, tocó hacerlo de manera virtual. Si bien se proyecta cine de todas las latitudes y formatos, se hace énfasis en el contenido ibero-americano. La lista es amplia, sin embargo, debido a las restricciones por geolocalización, tan solo pudimos acceder a un puñado de títulos. Uno que vino con buena presencia peruana.
“El inconveniente”
Es una amena película española que en su avance y premisa se proyectaba como una suerte de remake de “Duplex”. Pero conforme los minutos pasaban, la trama se alejaba del título norteamericano y se asemejaba, cada vez más, a la popular “Elsa y Fred”. Aunque es bastante más ligera, sencilla y plana que ambas. Como un recuerdo agradable que se borra en unos días.
En ella seguimos a Sara, una joven de Sevilla abocada al trabajo y con una relación amorosa en crisis. Decide comprar un departamento con una oferta única que viene con un inconveniente. Debe esperar hasta que Lola, la anciana dueña del espacio, muera primero para poder mudarse. Así empieza una relación necesaria que nutrirá a ambas partes.
Como ópera prima, deja a Bernabé Rico en un buen lugar. La directora consigue una historia concisa, que en sus 89 minutos mantiene al espectador interesado y comprometido con lo narrado. Sin grandes apuestas, artificios ni sorpresas. Lo mejor se encuentra en la química entre sus dos protagonistas, sobretodo en Kiti Mánver quien es la recuerda más a China Zorrilla y también llena la pantalla con cada aparición.
“Hijos del Sol”
Es la última película del reconocido director iraní Majid Majidi. El año pasado dio una vuelta por el Festival de Venecia, recibiendo aplausos y el premio a Mejor Actor Emergente para su protagonista Roohollah Zamani. Merecido.
Acá seguimos a Alí, un niño de 12 años quien junto a sus amigos trabaja para sobrevivir. Un día reciben un encargo que les cambiará la vida, encontrar un tesoro oculto bajo tierra. Para ello deben ingresar a la Escuela del Sol, una institución caritativa diseñada para niños trabajadores o sin hogar.
Majidi consigue una película redonda por donde se la vea. Técnicamente cuidada, bella visualmente y con muy buena dirección de actores. Aparte del buen grupo de niños, la sorpresa la trae Mohammad Javad Ezzati. Extraordinaria actuación de un talento iraní poco conocido por estos lares.
En sus múltiples subtramas y en sus críticas alzadas, reside cierta magia pura y bondadosa que recuerda a películas como “La princesita” y “Stand by me”. Majidi defiende sus ideales a pulso, rechazando lo miserable y optando por un relato honesto, que intenta ser ligero en el drama y poner la cuota de comedia medida y necesaria.
“Las Mejores Familias”
Fue la primera presencia peruana que disfrutamos en el festival. Estábamos bastante entusiasmados por ver la nueva película de Javier Fuentes-León, uno de los directores nacionales más interesantes en actividad. “El Elefante Desaparecido” y sobre todo “Contracorriente” son dos películas peruanas imperdibles, y esta, su tercera propuesta, reconfirma su buena forma.
Reuniendo a un gran elenco de reconocidos actores peruanos – insértese acá al hater que reclamará por “siempre usar a los mismos” – Seguimos a dos hermanas, trabajadora del hogar, que laburan en casas vecinas de familias ricas. Estas se reúnen para celebrar el cumpleaños de una de ellas y la vuelta de España de uno de los hijos y su nueva enamorada. Mientras el encuentro sucede, afuera se avecina una violenta protesta que amenaza con llegar hasta la puerta del hogar.
Javier Fuentes-León, describe todo lo peor de la clase social alta limeña. Sus maneras, tratos, creencias, idiosincracias y formas, que llevan arrastrando décadas de “sismos” por aquí y por allá. Pero lo lleva a cabo con cuidado y mucha gracia, consiguiendo una comedia negra, ácida y crítica.
Importante ejercicio que permite poner en tierra el grueso de nuestros problemas, pero también aligerar toda la carga pesada que llevamos acumulando y que en estos últimos meses, con pandemia y elecciones de por medio, amenazan con estallar.
“La Santa de lo Imposible”
También trajo presencia local. Si bien la película es dirigida por el suizo Marc Wilkins y se sitúa durante casi todo su metraje en Nueva York, tiene una triada protagónica peruana: Magaly Solier y los gemelos Adriano y Marcelo Durant.
En ella vamos saltando del presente donde ha ocurrido un terrible asesinato y los gemelos están desaparecidos, al pasado, donde estos dos adolescentes conocen a una chica en su clase de inglés y quedan perdidamente enamorados de ella.
Wilkins trae a la pantalla varias conversaciones, algunas mejores conseguidas que otras, que retratan el vivir de una familia de ilegales en EEUU. Las oportunidades son escasas y los protagonistas son invisibles a los ojos de la sociedad. El director utiliza símbolos, en su mayoría radicales y obscenos, como insectos, atropellos y el bochorno de la ciudad, para acentuar los problemas y caracterizar a los personajes.
Hay varios diálogos chirriantes y excesivos, así como una mirada un poco distante y condescendiente que, por momentos, hacen cojear el resultado final.
“Mogul Mowgli”
Terminamos nuestra cobertura con “Mogul Mowgli”, la historia de un rapero que a vísperas de una importante gira, descubre que tiene una enfermedad autoinmune degenerativa.
En soledad y sin referencias que acompañen, es una tremenda película, pero se torna aún más interesante al ponerla como hermana de “Sound of Metal”, genial película que acaba de ser nominada a varios premios Oscar. La ubicamos ahí porque la premisa es similar y el protagonista es el mismo, Riz Ahmed, quien termina de confirmarse como uno de los grandes actores de su generación. Agallas y mucho talento para interpretar dos papeles tan cercanos y dotarlos de distintas caras, tonos y formas.
“Mogul Mowgli” es bastante más cruda, oscura y “arty” que “Sound of Metal”, motivos por los cuales no ha recibido la misma atención ni impulso que ella. Pero lo merece. Mientras que en “SOF”, la drogadicción juega un papel fundamental en el desarrollo de la trama y la motivación del protagonista, aquí el origen pakistaní, sus costumbres y los conflictos de ser un inmigrante, son el foco de atención.
Atrevida y valiente ópera prima de Bassam Tariq, director de origen pakistaní, que incluso en sus excesos se siente humana y personal. (imagen el la portada)
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