“Siempre creí que las cosas que uno no elige lo convierten en lo que es. La ciudad, el barrio, la familia. Aquí la gente siente orgullo por estas cosas”. Gone Baby Gone (2007) empieza con una reflexión interna de Patrick Kenzie, personaje al cual seguiremos en una travesía de moralidad, viaje que lo hará replantear su concepto sobre lo que cree justo y lo que no.
Gone Baby Gone fue dirigido por Ben Affleck y protagonizado por su hermano Casey, junto a Michelle Monaghan, Morgan Freeman y Ed Harris. Volvemos otra vez a Boston para esta vez seguir el secuestro de Amanda, una niña de 4 años que lleva 3 días desaparecida. A partir de este punto, conocemos más sobre el entorno de Amanda y lo nocivo que resultaba para su crecimiento personal. Patrick junto a su pareja Angie, ambos investigadores privados, son llamados por la tía de la niña para sumarse a su búsqueda. El capitán de policía Jack Doyle (Freeman), los observa con cierta subestimación, pero aún así, los mantiene en el caso alegando que “No importa quién la encuentre. Sólo queremos que sea encontrada”.
En Gone Baby Gone, el capitán de policía tuvo una hija que fue asesinada. Lo percibe personal porque sabe cómo se siente un camino de perdida. “A mi única hija la asesinaron. Tenía 12 años. ¿Lo sabía? bueno… lo que no debe saber y espero que nunca lo sepa, es lo que se siente. Lo que siento yo cada día. Sabiendo que mi niña probablemente murió gritando para que yo fuera salvarla. Y no lo hice. Honro a mi hija con esta división. Para que ningún padre tenga que vivir lo que viví yo. Esta niña (Amanda) es lo único que me importa y la traeré a casa”.
Estas palabras reflejan el conflicto moral del desenlace de Gone Baby Gone. Se descubre que Lionel (el tío de la menor) y la policía, planearon el secuestro de Amanda; con la finalidad de darle una mejor calidad de vida. Patrick conduce hasta la casa del ex capitán Doyle (ya retirado) y descubre la revelación: Amanda vive. Lo que sucede en los próximos 20 minutos son los momentos más debatibles que ha dado el cine con respecto a la moral. ¿Vivir en un entorno con privilegios y amor puro o volver a un entorno inestable e incierto? ¿La familia adoptiva o la natural? ¿Puedo cargar con el peso de que probablemente me equivoque? Todas estas preguntas van hacia Patrick, preguntas que el espectador es invitado a responder desde su propia visión.
Expuesto el caso de Gone Baby Gone, es importante recalcar que hablar del secuestro es hablar de historias inconclusas. Según el Departamento de Investigación de Statista, durante el año 2019, Estados Unidos reportó como desaparecidas a 235,367 mujeres y 212,723 hombres, todas estas personas menores de 21 años. Otra estadística menciona que más de 600.000 ciudadanos desaparecen cada año en los Estados Unidos, desde niños pequeños hasta personas mayores.
Los casos famosos de personas extraviadas, como Amelia Earhart o Jimmy Hoffa, son casos bien conocidos; pero muchos otros casos nunca llegan a ser el centro de atención. El Día Nacional de las Personas Desaparecidas se celebra cada 3 de febrero en Estados Unidos. Las razones de la desaparición son diversas y se condicionan a la historia personal del desaparecido y al entorno donde estuvo previamente a la desaparición. Algunos son secuestrados, otros lo hacen con intención (para escapar de la violencia) y muchos, generalmente niños, son fugitivos. Esto último genera una amplia cobertura de los medios; que a veces resulta contraproducente para la búsqueda. Si bien, en los últimos años el índice de secuestros ha disminuido. Según datos del FBI: Desde 2010 hasta 2017, el número ha oscilado entre un mínimo de 303 en 2016 y un máximo de 384 en 2011. Sin embargo, en la realidad global, la desaparición de las personas sigue vigente por otros motivos.
Con respecto al panorama de América Latina, no hay una cifra exacta y oficial de la cantidad de desaparecidos, aunque algunos investigadores sociales señalan que el número ronda los 200.000. A mediados del siglo XX, las dictaduras militares dejaron miles de desaparecidos en países como Argentina, Chile, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. El crimen organizado, el narcotráfico y los conflictos armados internos; son los causantes latentes en esta parte del mundo.
En Perú, durante la época de la guerra interna (1980-2000) se reportaron cientos de casos de desapariciones (la mayoría forzadas). En 1983, ante el avance de la violencia en Ayacucho, Angélica Mendoza de Ascarza, “Mamá Angélica” (1928-2017), inició una lucha por la búsqueda de verdad y justicia para los miles de desaparecidos que dejó el terrorismo. Aquel año, Angélica Mendoza, junto a muchas otras mujeres ayacuchanas, fundó la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú (ANFASEP). Como parte de esta lucha y con el apoyo de la Cooperación Alemana, ANFASEP creó entre los años 2004 y 2005 el Museo de la Memoria “Para que no se repita”, ubicado en Huamanga, Ayacucho. Este museo tiene como principal fin recordar y dignificar a los más de 15 mil desaparecidos, para evitar que las desapariciones y otras violaciones a los derechos humanos vuelvan a repetirse.
La problemática de los desaparecidos no ha disminuido en los últimos años (sólo ha mutado de entornos y razones). Por ejemplo, entre enero y julio de 2018, más de 100 niños y adolescentes desaparecieron en el territorio peruano, muchos de los cuales caen en explotación laboral y sexual o incluso hasta en tráfico de órganos. Las desapariciones son una problemática complicada de cuantificar. Se estima que este año, con mayor intensidad durante la cuarentena, se reportaron 4052 desapariciones de mujeres, niñas y adolescentes.
De enero a septiembre del presente año 2020, 1158 mujeres adultas; 2894 niñas y adolescentes fueron reportadas como desaparecidas. Es decir, cada día, se viene reportando un promedio de casi 15 hechos de este tipo (más de uno cada dos horas, aproximadamente). Por otro lado, en el mes de septiembre, pese a que la cifra nacional se redujo, los casos se incrementaron a nivel regional. El pasado mes de octubre se registraron 1842 denuncias por desaparición a nivel nacional. Las cifras arrojan una alza en los niños y adolescentes. Efectuando así, una problemática específica que debe ser atendida con todos los recursos posibles.
“En el Perú, el ingrediente principal (..) es el abandono social, la ausencia de Estado, que empuja a muchos jóvenes y adolescentes a no medir el riesgo de “empleos” fáciles; o que lleva a un buen número de padres de familia de zonas rurales “alejadas”, y de la Amazonía en particular, a entregar a sus hijos para aliviar su carga, convencidos, a la vez, de que les ofrecen un mejor futuro, engañados por los “captadores” y tratantes”. (Fuente: A. Querol, Revista Ideele N° 192).
El webinar internacional denominado “Miradas nacionales e internacionales sobre la búsqueda de mujeres desaparecidas” se realizó el pasado 7 de octubre con la finalidad de lograr mejores proyectos y herramientas enfocadas a la búsqueda de los desaparecidos. El Ministerio del Interior posee el portal “Desaparecidos en el Perú” que sirve a modo de lista (reuniendo datos y características vitales sobre los menores de edad con paraderos inciertos).
La Defensoría del Pueblo recalcó la necesidad de que estas medidas anunciadas por el Ministerio del Interior vayan acompañadas de una capacitación permanente al personal policial y de los Centros Emergencia Mujer, Unidades de Protección Especial y la Línea 100. Ello debe realizarse con el objetivo de optimizar la atención y evitar que las denuncias o investigaciones se vean obstaculizadas por la persistencia de estereotipos, prejuicios de género y de la mirada adultocéntrica en el abordaje de casos que comprometen a la niñez y adolescencia.
Existen diversas organizaciones y movimientos que mantienen el interés en esta problemática. Algunos países de latinoamérica han empezado a implementar la “Alerta Amber” con el fin de facilitar la búsqueda de niños desaparecidos. Esta alerta permite desplegar acciones conjuntas, entre diversas instituciones, orientadas a la búsqueda del niño, niña o adolescente. En europa, ““Missing Children Europe”, agrupa 23 organizaciones originarias de 16 países europeos, cuyas misiones son las siguientes: intercambiar las buenas prácticas y representar a sus miembros a nivel europeo. Child Focus en Bélgica apoya desde 1998 a la búsqueda de los niños desaparecidos y a la lucha contra la explotación sexual, no solo de su país, sino de todas las partes del mundo.
Iniciativas de este tipo resultan significativas y necesarias; si se tiene en cuenta que muchas veces las desapariciones son una antesala para que se cometa un delito, por ejemplo el de la trata de personas. Movimientos locales y regionales permiten darle mayor visibilidad al problema, buscando la consolidación de políticas públicas y mecanismos de acción que vayan de acuerdo a las necesidades de cada región.
Todas esas acciones conjuntas se hacen por las personas que volvieron, por las que aún esperan su regreso, y especialmente, por las personas que encuentran su refugio en otro plano existencial. Hoy, en una época de cambios necesarios y que tendrán trascendencia, las personas extraviadas no deben ser olvidadas. Ellos viven a través de nosotros; porque también somos las memorias de aquellos que partieron y aún no regresan.
-Portal web del Ministerio del Interior. La información está basada en las alertas emitidas por la División de Investigación y Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Policía Nacional del Perú (PNP)-
La web se actualiza a cada minuto; si así lo requiere el registro.
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