La serie creada por Steve Yockey y estrenada el año pasado como una de las primera originales de HBO Max, es también nuestra iniciación en la nueva plataforma del rey de la televisión.
HBO es sinónimo de calidad. Se ha dicho, lo hemos dicho y se seguirá diciendo. Al catálogo de clásicos, tanto originales como aquellos cuyos derechos poseen, se va sumando la primera camada original de la plataforma. Como sucede con cada streaming, el contenido propio tiene un estilo, color, tono y calidad particular, que lo diferencia del resto. El éxito de este, ya sea por parte del aplauso de la crítica o de la taquilla – mejor si de ambos – suele marcar un horizonte al que luego empiezan a apuntar y, en muchos casos, calcar.
Siendo HBO Max territorio virgen, aún teniendo un predecesor de la casa y cuya mezcla o asimilación no queda del todo claro, sospechamos que iremos recibiendo contenido variado hasta hallar ese puerto en común. Así aparece en escena “The Flight Attendant”, bien recibida y con 5 nominaciones al Emmy en disputa. Pero, ¿es ese primer hit que esperan? No. Tampoco intenta serlo.
“The Flight Attendant” trata sobre una azafata de vuelo llamada Cassandra Bowden, interpretada por Kaley Cuco (The Big Bang Theory), quien despierta en una habitación de hotel junto a un cadaver. Escapa por el temor de ser arrestada y luego empieza un recorrido de misterios por resolver y asesinos por descubrir.
Pero como ya dijimos en el párrafo anterior, solo busca ser contenido divertido, que rellene el streaming y convenza a los nuevos usuarios a quedarse y seguir consumiendo la plataforma. Como sucede con (casi) todo streaming exitoso. Aunque la segunda temporada ya está confirmada, no tiene el peso suficiente como para que los usuarios estén mordiéndose las uñas y desesperados por su llegada. O para que con el boca a boca más personas lleguen al espacio para consumirla. No da para eso.
Insistimos en que ese no es su objetivo. En el plano de entretenimiento puro, banal y que se pierde al rato, “The Flight Attendant” hace bien su trabajo. Entre los muchos excesos que comete, las repeticiones constantes e infladas y sobre todo, una subtrama telenovelesca que resta, tiene varios instantes que comprometen al espectador y que, con el misterio como alma, lo llevan a completar el recorrido. Son 8 episodios que se pasan, casi literalmente, volando.
Lo mejor, indiscutiblemente, está en el protagónico de Kaley Cuco. Es su show. Demuestra que puede sostener una serie en su espalda y protagonizar lo que desee. Ojalá que con este papel quede demostrado y la lleve aún más alto. Cabe mencionar que encuentra en su círculo cercano buenos personajes que la acompañan. Sobre todo el de su mejor amiga Annie, interpretado por Zosia Mamet (Girls) y la villana Miranda, interpretado por Michelle Gomez.
Mención honrosa al tema principal que acompaña la intro de cada capítulo. Gracias a Blake Neely nunca omitimos los créditos.