Viernes, Marzo 29, 2024

Wonder Woman 1984

Opinión

Hace tres años salimos contentos del cine. Luego de que “Wonder Woman” hiciera una breve, pero memorable aparición en la cuestionada “BVS”, la historia de origen de uno de los súper héroes por excelencia de DC superaba las expectativas de todos. Incluyendo el tercer acto, con su vapuleado final por exceso de pirotecnia y caer en puntos comunes de películas comiqueras. Una conclusión que a nosotros no nos desagradó y que, mucho menos, nos arruinó la totalidad del contenido. La amazona era el nuevo punto alto de su universo y lo merecía por completo.

Años después, pandemia mediante y postergaciones varias, llega también como un regalo navideño a HBO Max. Sin embargo, al desenvolverlo, no recibimos el juguete deseado (no pedíamos un Play Station 5, tan solo una continuación coherente), sino una acidez de la patada. De esas que te obliga a dormir sentado por el sinsabor dejado y el reflujo por tantas cosas mal hechas en sus extensos 151 minutos. La solución no es quitarle una hora de contenido, sino quitarle todo y solo dejar la escena post créditos. Si eso el lo mejor de la película, ya todo está dicho. Solo tenemos un punto positivo más. Cheetah ha mejorado bastante en relación a su primera aparición en los avances. Habiendo resuelto lo “bueno”, pasemos a lo malo. Que es mucho.

Las críticas positivas, que también las hay y por acá se respetan como todas, se enfocan en la importancia del mensaje de la película, del fondo de este y lo primordial que es en tiempos actuales. Nuestro problema está en la forma en el que es tratado. La intención puede ser buena, sincera y trascendental, pero la manera en la que es llevada a cabo destruye esta intencionalidad. El mensaje además no es novedoso ni revolucionario. No es la primera ni la última vez que una película, así se aun blockbuster, lo utilice a su favor. Acá al costado, con un día de diferencia, “Soul” toma un camino similar pero bastante bien conseguido. Es un ejemplo a la par que permite usarse para diferenciar el éxito del fracaso. La nueva película de Patty Jenkins resuena con “Ted Talks” de segundo nivel. Aquellos que no se viralizan o que ni compartirías con algún familiar que los disfruta. Sobre todo, en ese final que parece publicidad de Unicef, con la humanidad de la mano retractándose por puro deseo egoísta. ¿Nadie pidió algo bueno? ¿Nadie pidió paz mundial?

WW84 termina haciendo un discurso huachafo, desordenado, lleno de huecos, incoherente y desalmado. Al punto de parecer una parodia de sí misma. Una con mal gusto y cizaña. Que no da risa. Como si fueran sketches pegados con baba, con una terrible pantalla verde detrás y un CGI mal conseguido. ¿Qué pasó acá? Cómo algunos efectos especiales pueden verse tan mal en una producción como esta. Siendo lo peor el lazo y algunas destrezas físicas de Diana que se sienten tan falsas como mal coreografiadas. Toda la secuencia en el Cairo es fatal. Desde el despropósito del muro (las referencias y correcciones políticas son tan poco sutiles que desesperan), al terrible rescate a niños en la pista. Pedazos que se sienten reciclados y que no solo no aportan nada nuevo, sino que palidecen frente a tantas producciones que ya lo hicieron antes y mucho mejor.  

También hay quienes dicen que el tono de telenovela que resulta en queja se debe a que es dirigida por una mujer. O que la mayoría de los que la critican son hombres de más de cuarenta años. Ninguno de los dos puntos aplica en nuestro caso. La forma telenovesca funciona cuando está bien hecha y es consecuente consigo misma. Véase la serie de Luis miguel en Netflix, “Como agua para chocolate” o “Pearl Harbor” por mencionar algunas. El sexo de quien se encuentra detrás de cámaras nada tiene que ver con el resultado ni con nuestra lectura. Nuestro sexo y edad tampoco. Acá somos dos, mujer y hombre de menos de 30 años.

Intentando no caer en spoilers, hacemos un breve repaso en aquellas cosas que están realmente mal. Todo lo que se retrocedió en relación a la primera entrega. Problemas que nos trae a la mente tres secuelas que también fallaron estrepitosamente. Siendo esta, para nosotros la peor: “Iron Man 2”, “Thor 2” y “The Amazing Spider-man 2”.

La dirección de actores es fatal. Nadie diría que Gal Gadot es una gran actriz y que Viola Davis debería compartir con ella una nueva entrega teatral llevada a la pantalla grande. Pero su transformación en la mujer maravilla era incuestionable. Acá casi se pone en duda frente a escenas dramáticas donde dejamos de creerle. Una tras otra la imagen redonda y consolidada se empieza a desvanecer. Hasta la química con Pine desaparece y los momentos emotivos con él se sienten huecos. Lo mismo sucede con un desaforado Pedro Pascal, a quien provocaba darle el casco y volverlo a ver como el mandaloriano. El reencuentro con su hijo, y toda la relación con él, es de los puntos más bajos y chiclosos de todo el visionado. Pongan la despedida de Mando con Grogu al costado para hacer énfasis en todo lo que no funciona acá.
Por otro lado tenemos a Barbara Minerva/Cheetah, donde se intenta un calco a la inolvidable Gatubela de Michelle Pfeiffer, pero termina siendo una caricatura de esta. Asemejándose más al retrato felino de Halle Berry o al energúmeno que resultó ser Jamie Foxx como Electro.

Y ni qué hablar de la vuelta de Steve Trevor (Chris Pine). La Mujer Maravilla puede extrañarlo tanto como desee, pero la manera en la que regresa y lo que esto implica debería ser inadmisible para todo lo que Diana es y representa. Jamás debió demorarse tanto tiempo en aclarar su mente, tomar la decisión correcta y darse cuenta que algo malo estaba sucediendo. Estamos hablando de una de las mujeres más inteligentes, correctas y sensibles del mundo. Décadas después de su muerte la herida puede no haber cicatrizado, pero estar tan abierta como para cegarla y volverla avara y egoísta es demasiado. Ni que hablar de Trevor poniéndose a la par de los nuevos tiempos. Todo lo que sí funcionaba con ella en ese rol, acá termina volviéndose como ya dijimos antes, una parodia. Lo de la basura y el arte moderno es lo menos sutil que hemos visto este 2020.

Para no profundizar en huecos, desórdenes e injustificaciones del guion, no podremos olvidarnos de aquella escena de los dos ancianos conversando sobre sus deseos mientras el mundo se venía abajo. Donde veíamos las vacas de uno en un espacio que no había pedido. Un terrible chiste que hubiera sido típico cameo (y de los olvidables) de Stan Lee. Situaciones como esta, que debían ser cortadas a la hora de editar, se repiten con consistencia. Una y otra vez. Como aguja de una acupuntura que termina enfermando. Y para rematar acaban con un final que repite lo cuestionado en la entrega anterior pero peor. Ahora sí pierde total coherencia con lo que se iba construyendo y con el tono visto en los varios minutos sucedidos. Ahora sí tenemos un acto final profundamente fallido y ridículo. Uno que termina de concretar lo que ya esta dicho incluso antes. El acto final de “Wonder Woman” es bastante mejor que todo “Wonder Woman 1984”. 

4/10

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