Dirección: Joel Calero
Guión: Joel Calero
País: Perú
Reparto: Emanuel Soriano, María Fernanda Valera, Camila Ferrer, Lucho Cáceres, Natalia Torres Vilar
Con “Álbum de Familia” Joel Calero cierra una trilogía (tríptico) pareja, sólida y necesaria para seguir conversando y darle luz a un pasado oscuro que, reprimido, no nos permite avanzar. Siendo el diálogo la herramienta que permite, a los protagonistas y espectadores, crecer.
En «Álbum de Familia», Alex pronto será padre. En un depósito, descubre unas fotografías familiares profundamente inquietantes. Algunas sugieren la infidelidad conyugal de su madre; otras, la participación de su padre, oficial retirado, en diversos actos de violencia. La pesquisa de Alex lo llevará a un pueblo devastado años antes por la violencia del Conflicto Armado Interno para descubrir su verdadero e intrincado álbum de familia.
Todas las películas de esta trilogía comparten la misma temática y la búsqueda de reconciliación. Claro, como sucede con cualquier proceso terapéutico y purgativo, este genera dolor, resistencia y miedo. Las tres han sido rechazadas por un sector de nuestra sociedad que, ya sea por ignorancia o malicia, desea que las cosas se queden como estén. Que no se siga hurgando en el pasado. Que todo permanezca blanco y negro (como la elección cromática de la película). En un lugar polarizado y radicalizado. Calero vuelve a encontrar en «Álbum de Familia» esos grises que permiten abrazar los extremos. A través de distintas miradas, situaciones y contextos de una misma familia (nuclear y extendida). Varias verdades propias que suman una totalidad. Por ejemplo el padre, interpretado de forma excelente (como en cada rol de la trilogía) por Lucho Cáceres, desempeña la figura mencionada anteriormente que rechaza la vuelta al atrás, que no tiene remordimiento, pero que también es dador, patriarca, estado y pieza directa de la tragedia. El hijo, protagonizado por Emanuel Soriano, también estupendo en un rol medido e introvertido, es la falta de memoria, la amnesia u olvido, que necesita una foto de lo sucedido, ante le inminente llegada de su hijo merecedor de un linaje mejor construido. Mientras que la hermana, interpretada por Maria Fernanda Valera, al ser la mayor, sí recuerda y sufre. No quiere volver a ello porque la herida sigue abierta. La negación es la mejor salida. La única.
Es en este cruce de posturas y dinámicas, donde reside la riqueza de la película, de la trilogía y de nuestra situación como país.
Aparte del reencuentro histórico que propone Calero, de enfrentarnos con fantasma del pasado y espejos muy presentes (demasiado), hay también una búsqueda estética y cinéfila en sus tres películas. «La Última Tarde» trajo el recuerdo de la trilogía «Before», en «La Piel más Temida» hay atisbos de maestros japoneses, mientras que en «Álbum de Familia» el propio director nombra «Cold War» como su fuente de inspiración para el blanco y negro utilizado, aunque nos inclinaríamos más por los trabajos monocromáticos de Hong Sang-soo, con la distancia guardada y respetada. Donde obviamente las referencias no son gratuitas y la elección del color (o falta de este), de los planos, de la cámara estática y su altura, tienen un porqué que se entienden en cada una de ellas. Calero es bastante pulcro en ese aspecto, intencionado y medido.
Quizás donde «Álbum de Familia» cojea un poco – cuestión que no sucedía en «La Última Tarde» gracias al talento de Katerina D’Onofrio y Lucho Cáceres – es en el choque entre actuaciones naturales y cinematográficas, versus algunas más teatrales y acartonadas. Hay un ruido perceptible e inevitable cuando saltamos de una escena entre dos actores duchos en la actuación para el cine a otra donde alguno de los protagonistas declama en un tono menos adecuado. Siendo, seguramente los puntos más altos, los (des)encuentros entre Alex y su padre, o entre el primero y Sabina. Excelentes ambos.
Veremos, en unos meses, el impacto que tendrá “Álbum de Familia” al estrenarse. Los de siempre aullarán y generaran, sin querer queriendo, que la película se vea más. Que es lo importante. Porque ejercicios como este son necesarios, indispensables, para ya a esta altura, cuidar esa chispa de esperanza por un mejor país.