«But black sin hath betrayed to endless night
my world, both parts, and both parts must die.»
John Donne
Los misterios de la mente humana rondan en las tramas de las más brillantes películas de serie B. Reflexiones sobre el deseo, las pulsiones sexuales y asesinas, han sido el norte que han guiado las misiones narrativas de muchos cineastas considerados de serie B. Pero, ninguno de estos intentos se asemejan al que se ubica, creemos, en la cúspide de este cine de bajo presupuesto con enfoque psicológico-sobrenatural. Hablamos de “Cat People” (1942), obra maestra del cineasta Jacques Tourneur, una ambiciosa cinta que, a través de su personaje principal, la misteriosa y apasionante Irena, emprende un recorrido por esos recovecos a veces olvidados de nuestras mentes, que, a la vez, son aquellos que se encuentran al origen de nuestra humanidad: el Eros y el Tánatos, amor y muerte.
Irena Dubrovna es una joven dibujante que trabaja en la industria de la moda. Un día, recorriendo el zoológico, conoce a Oliver, un apuesto arquitecto, y se enamoran a primera vista. Al poco tiempo, se casan, pero los traumas y fantasmas de la joven Irena empiezan, rápidamente, a dividir al matrimonio. Irena proviene de una pequeña aldea en Serbia, donde, según la leyenda, habitó una antigua tribu de mujeres-gato, brujas capaces de transformarse en felinos asesinos al sentir una amenaza, celos, o excitación sexual, razón que lleva a la joven dibujante, además, a evitar todo contacto íntimo con su marido. Un confundido Oliver se empieza a acercar cada vez más a Alice, una compañera de trabajo, despertando los celos de su esposa, y, sin saberlo, le abre las puertas a una antigua y asesina maldición.
.
Es una frase ya conocida, que se atribuye a una variedad de fuentes, aquella que afirma que “para hacer una película, no se necesita más que una cámara y una idea”. Este parece haber sido el precepto que guió la creatividad del cineasta Tourneur a lo largo de la realización de esta película. Lo tétrico, misterioso y seductor de la trama es brillantemente complementado por un sobrio, pero atractivamente amenazador, tratamiento de la imagen. Podemos decir, en ese sentido, que “Cat People” es una de esas cintas precursoras del lenguaje cinematográfico del horror, llegando a influenciar a otras aclamadas películas como “Rosemary’s Baby”. Aquello que rescatamos de “Rosemary’s baby” es aquello que encontramos, una y otra vez, en “Cat People”. Tenemos, en ambos, a una dócil pero mentalmente agitada protagonista, que se debate entre la locura y la cordura, mientras lo sobrenatural se apodera de la trama. Críticos de cine han comentado, respecto a “Cat People”, que es una de las primeras películas que tratan de situaciones sobrenaturales en contextos urbanos, con personajes comunes y corrientes, tal como “Rosemary’s baby” lo hizo. Sin embargo, el mayor punto en común entre ambas cintas, es cómo hacen confluir, perfectamente, fondo y forma: historia y lenguaje cinematográfico.
Pero aquello que rescatamos, especialmente, de la cinta de Tourneur, es el audaz enfoque que le da al tratamiento de la psicología de sus personajes, en especial de Irena. Podemos, en estos términos, leer la trama de “Cat People” como una reflexión respecto a los tabúes sexuales en una sociedad reprimida por una moral conservadora, que impone reglas a aquello que es indomable, es decir la pasión humana. Ante Irena, la figura de las mujeres-gato podría representar la tentación de la liberación de las pulsiones, un regreso primitivo a una forma de conciencia anterior a la aparición de las reglas sociales como elemento clave de convivencia en grupo. De hecho, el rol que juega el Dr. Louis Judd en la cinta, terapeuta que trata a Irena, sirve para poner en valor la importancia del análisis psicológico en “Cat People”.
Sin embargo, bueno fuera que la cinta tratara solamente de las pulsiones creadoras, asociadas a la sexualidad. No es así, ya que, lo sabemos, toda pulsión creadora viene acompañada por una pulsión destructiva, asociada a la muerte, al asesinato. Es esta línea, en la que se debate una Irena temerosa de liberar su lado felino, la que sostiene la tensión en esta película, donde, en ningún momento, se ve ningún hombre-gato.
“Cat People” es una película seductora, inquietante, que lleva a la reflexión al espectador. Es una película que, a pesar de su bajo presupuesto, sabe crear una perfectamente lograda atmósfera, y, poco a poco, va interpelando a quien la ve, llevándolo, también, por un viaje a través de esos confines de su mente, un viaje, creemos, que lo lleva a confrontarse con ese lado no-humano que yace dentro de todos. Hoy, más que nunca, Irena está presente.