«The Lost King”
Dirección: Stephen Frears
Guión: Steve Coogan, Jeff Pope
País: Reino Unido
Reparto: Sally Hawkins, Steve Coogan, James Fleet, Sinead MacInnes, John-Paul Hurley, Jessica Hardwick, Phoebe Pryce, Alasdair Hankinson, Glenna Morrison, Robert Maloney, Lati Gbaja, Harry Lloyd, Sharon Osdin, James Rottger, Benjamin Scanlan
Desde que vimos «High Fidelity», una de nuestras películas favoritas, Stephen Frears se convirtió en un director que respetamos mucho. También, porque además de la comedia romántica masculina por antonomasia mencionada, tiene una filmografía extensa y variada. Sin embargo; hace ya varios años que se ha concentrado en hacer cine basado en historias reales, enfocado en mujeres adultas comunes que han logrado algo importante o extraordinario. «The Lost King» no es la excepción.
En «The Lost King» seguimos a Philippa (Sally Hawinks), una historiadora amateur que se empecina en encontrar los restos del Rey Ricardo III, perdidos por más de quinientos años. contra todo pronóstico, y con una sociedad machista y burocrática en contra; Philippa logra su objetivo.
En el plano positivo, confirmar nuestras sospechas sobre la veracidad de la historia narrada recién al final de la película, mejoró la sensación con la que nos quedamos. Una que tampoco se impuso a lo soso de ya haber visto este tipo de películas un millón de veces antes. Cine de confort, algo aleccionador o moralizador y que busca complacer a su audiencia. No hay nada de especial en ella que la separe de ese grueso de títulos repetitivos y lanzados para generar una taquilla moderada.
En ese sentido, aunque Sally Hawkins (Philippa) y Steve Coogan (su ex esposo), son dos excelentes actores, poco más pueden hacer que solamente convencernos durante este amable pero olvidable recorrido.
«Historias Para No Contar»
Dirección: Cesc Gay
Guión: Cesc Gay
País: España
Reparto: Chino Darín, Antonio de la Torre, Javier Rey, Anna Castillo, Àlex Brendemühl, María León, Eva Reyes, José Coronado, Alexandra Jiménez, Alejandra Onieva, Maribel Verdú, Nora Navas, Quim Gutiérrez, Brays Efe, Verónica Echegui, Javier Cámara
Hace unos años atrás, Damián Szifrón nos cautivó con «Relatos Salvajes», una suerte de película episódica e inconexa en sus historias pero con un hilo en común: el comportamiento humano llevado al límite cuando es puesto en aprietos. Una catarsis cómica, bastante negra, donde todos podían sentirse identificados, al ahondar en deseos imposibles o imaginarios inviables.
En «Historias Para No Contar» también se narran situaciones, en formato antológico, del cotidiano humano. Pero evitando lo salvaje del título argentino. Acá, y de forma bastante más amable y amena, es más fácil y común identificarse con los encuentros inesperados, momentos ridículos, decisiones absurdas y, sobre todo, innumerables «insights» que reflejan nuestro día a día.
De hecho, uno de los grandes logros de «Historias Para No Contar« está en la fluidez de su narración y el buen ritmo de lo contado, entrelazándose entre ellas y sintiéndose liviana y poco cansina. Hay mejores momentos, algunos altibajos e historias mejor conseguidas que otras, pero en conjunto y por separado, todas funcionan muy bien, arrancando con interés y cerrando en el momento adecuado.
Del grupo, nos quedamos con dos. Aquella donde un adulto recientemente divorciado va a visitar a una pareja de amigos que lo convencen a salir en la noche y volver a la acción. Y la historia final, donde unos padres de familia ven como su relación se ve amenazada por el supuesto descubrimiento de una infidelidad. Las risas en ambas fueron considerables.
Toca ver «Biosphere» de Mel Eslyn y «Sidney» de Reginald Hudlin.