James Wan es, hace tiempo, un nombre importante en el género del terror. De una camada anterior a la de Peele, Aster, Eggers y Flanagan. El director malasio, arrancó a lo grande con “Saw” y alcanzó la fama total con “El Conjuro”. Luego de darse una vuelta en “Rápidos y Furiosos” y entrar al mundo de los superhéroes con «Aquaman», vuelve a su lugar de origen. Pero retorna distinto, cuajado, con mucha experiencia obtenida, varios géneros atravesados y un enorme presupuesto a disposición.
En “Maligno” seguimos a Madison, una treinteañera quien luego de ser golpeada por su pareja, empieza a “desdoblarse” y tener visiones de un asesino serial que empieza a atacar a personas cercanas a ella.
No entraremos en detalles porque parte de la experiencia es ir descubriendo la historia de a pocos, con los giros incluidos. Pues más allá de una gran y peculiar sorpresa, Wan apuesta por un espectador que disfrute la incertidumbre y el misterio. “Maligno” te da migajas para que vayas creando teorías y atando cabos. Tampoco es que sea un rompecabezas especializado, pero sí evita ese lugar en común de cucharitas y relatos para “dummies”.
Además, y como ya lo han mencionado todos, “Maligno” es un homenaje al terror y a los tantos subgéneros y estilos que han ido apareciendo a lo largo de las décadas. Una especie de popurrí de toda la sección de horror de blockubuster. Pueden mencionarse decénas de ingredientes, detalles y porciones de algunos de los títulos más reconocidos y también desconocidos del género. A fin de cuentas Wan es un fanático empedernido, que ha bebido de él durante toda su vida y que ha hecho un batido ideal para un nicho en el que, felizmente, nos encontramos.
De hecho “Maligno” no es nuestra película favorita del #JamesWanUniverse ni tampoco consideramos que sea su mejor obra. Pero puede que sea su más virtuosa, divertida y graciosa. En ella suelta todos los trucos que tiene bajo la manga, siempre en favor de mejorar la experiencia, por más bizarra, caótica o excesiva que sea.
“Maligno” es más un experimento del género que una película que vaya a aterrorizar a las masas, como títulos anteriores que hacían hiperventilar al menos apto. Uno donde, y esto se extiende en su currículo, queda nuevamente demostrada su maestría para crear personajes icónicos del terror. “Gabriel” se suma a la lista de “Jigsaw”, “Anabelle” y “Valak”.