Dirección: Nick Bruno, Troy Quane
Guión: Robert L. Baird, Lloyd Taylor. Cómic: ND Stevenson
País: EEUU
Reparto: Animación.
Esta adaptación de un cómic con el mismo nombre sufrió pausas, varios atrasos, cambios de manos e incluso la presión para reducir la representación LGTBQ+ en su historia. Sin embargo, porque siempre hay que reconocer cuando las cosas se hacen bien, Annapurna Pictures la rescató y se unió con Netflix para estrenarla a nivel mundial en el mes del orgullo. El éxito ha sido rotundo y responde por completo a la calidad de la película.
En «Nimona» nos sumergimos en un mundo medieval futurista donde Ballister (Riz Ahmed), al ser condecorado como caballero, es acusado de un crimen que no ha cometido. Prófugo de la justicia conoce a Nimona (Chloë Grace Moretz) una poderosa adolescente que lo ayudará a demostrar su inocencia.
Habíamos visto la lluvia de buenos comentarios para «Nimona» pero no imaginábamos encontrarnos ante una de las mejores y más inteligentes películas animadas del año. Una historia que utiliza la fórmula, esa que Hollywood y Disney han perfeccionado durante décadas para instertar ciertos mensajes, estructurar sistemas de creencias e instalar ideales, pero a su favor. Y no es que sea con miras a un «chip» LGTBQ+ que, imaginamos, ha causado polémica y lamentos en ciertos círculos dado su triunfo en la plataforma de streaming. Sino que el mensaje central, el importante y necesario, es el de ver las cosas desde otro ángulo, tener apertura de miras rompiendo aquellas fobias que, justamente, el sistema ha instalado por años. «Nimona» hackea el método siendo parte de este. Desde sus adentros.
Porque, más allá de su protagonista, el más poderoso caballero abiertamente homesexual, pareja del segundo más fuerte. Hay un sinnúmero de capas, la mayoría relacionada al personaje de Nimona: lo que representa, a quienes representa y qué tanto representa, así como el impacto que ella tiene en los demás, en el entorno y en la historia. Incluso en el pasado, con aquél bellísimo flashback donde la transformación se consolida entregando una manzana. ¡La manzana de la discordia!, la pastilla de Matrix. Las lecturas son muchas, conscientes e inconscientes, y todas calan. Menos o más.
Además, «Nimona» usando justamente la formula del entretenimiento, sin innovaciones o sorpresas, es una película bastante divertida, muy graciosa y para toda la familia. Comienza apresurada, encuentra el ritmo preciso durante su ancho y finaliza con un climax típico. En el medio, despliega una muy buena mezcla de técnicas de animación, secuencias de acción trepidantes, y sobre todo con Nimona, la construcción de un excelente personaje que con sus excesos resulta hilarante, preciso y necesario. Que encima cuenta con una genial actuación de voz por parte de Chloë Grace Moretz.
«Nimona» se sabe inteligente y reconoce al espectador como alguien que también lo es. Donde esta inteligencia es sobre todo la emocional, y la que más se debe trabajar en estos tiempos. La que hay que respetar y utilizar para sembrar buenas ideas que calen y prevalezcan.