Seguimos poniéndonos al día con James Gray. Uno de los mejores y más interesantes directores de la actualidad. “Chapado” a la antigua, con un estilo definido y un amor particular por las odiseas y los viajes.
Su último trabajo, “Ad Astra”, nos pareció una de las mejores películas del año pasado. Donde se consolidó por completo. Antes ya nos había impresionado con el tortuoso trabajó que significó “Ciudad Perdida Z” y con la primera que vimos de él: “La Noche es Nuestra”, cine negro actualizado. Y aunque salta de género en género, y no pierde el paso, un ingrediente que siempre está presente y que es primordial en su filmografía, el de las almas torturadas, en búsqueda de la redención, de una motivación, de una misión, o como es en el caso de “Two Lovers”, de un amor imposible e inmaduro. Esta historia es una de las muchas adaptaciones del relato corto de Dostoyevsky “Noches Blancas”.
Hay en su estructura convenciones y clichés del melodrama, indiscutiblemente, sin embargo los utiliza para conseguir un formidable desarrollo de personajes apoyado por dos geniales interpretaciones de parte de Joaquin Phoenix y Gwyneth Paltrow. El primero, incluso, muestra algunos fragmentos luego reciclados y modificados para su “Joker”. Phoenix nos presenta a Leonard, un hombre solitario en sus 30s que- visiblemente- ha sufrido en la vida. Vive con sus padres, quienes están en constante estado de alerta a causa de la depresión de su hijo. Su vida se ve afectada al conocer a Sandra, interpretada por Vanessa Shaw, una joven en modo neutro que quería conocerlo y, a través de la relación de los padres de ambos, logra hacerlo. Casi en paralelo, Leonard conoce a Michelle, su vecina, interpretada por Paltrow, quien tiene una serie de problemas personales en los que Leonard se ve reflejado y, posteriormente, por la cual se siente locamente atraído. Tal y como el nombre lo indica, “Two Lovers” (Dos Amantes), es la historia del triángulo amoroso entre Leonard, Michelle y Sandra; todo desde el punto de vista de un hombre que sufre de depresión y que siente, por primera vez después de mucho tiempo, emoción, felicidad y decepción.
Gray sabe cómo capturarnos a través de las atmósferas de sus películas, con un sabor al cine de antaño, donde las ciudades y sus espacios son un personaje más, y donde estos y objetos mismos del entorno son utilizados para componer las escenas y encuadrar las acciones. Siendo el techo y las paredes el ejemplo preciso.
Más allá de un final esperado y la tragedia por llegar, es el recorrido el que se disfruta (sufre), que te obliga a empatizar, aceptar y casi suplicar porque el desenlace sea lo menos duro posible. O que al menos haya algo reconfortante en él. Y sí. Lo hay.
Ahora toca esperar su próximo proyecto, “Armageddon Time”, una historia semi-autobiográfica sobre el paso de la infancia a la edad adulta en el barrio de Queens, Nueva York, a mediados de los años 80. Con un impresionante elenco: Robert De Niro, Cate Blanchett, Anne Hathaway, Oscar Isaac, Donald Sutherland.