“The Most Beautiful boy in The World”
En Midsommar, segunda película de Ari Aster, una de las escenas inolvidables es aquella donde una pareja de ancianos de la comunidad debe sacrificarse por haber llegado al “límite de edad”. Suben a un precipicio y se lanzan. Él, un hombre de pelo largo, barbudo y lánguido, no muere con la caída y deben rematarlo con una comba. Las imágenes siguientes son, por decir lo menos, desagradables. Él también, hace casi cincuenta años atrás, sería casteado como “Tadzio” para “Muerte en Venecia”. Papel que lo llevaría a la fama como el “chico más hermoso del mundo”. Un título que nunca quiso.
En este documental nos encontramos con un ya añejo Björn Andresen, quien convive con los recuerdos de un pasado que no ha dejado atrás y que le siguen significando una mochila que no desea llevar en la espalda. Empezamos viéndolo ordenar y limpiar un departamento sucio y desordenado debido a una orden de cateo por parte del dueño del espacio. Un arranque simbólico para, entre la maleza y los bichos que encuentra en su casa, revivir aquella época y descubrir el impacto e implicancias que conllevó.
Hay puntos fuertes en el documental, que se llevan el interés del espectador. Iniciando con su descubrimiento y el detrás de cámara del rodaje de “Muerte en Venecia”, así como su éxito en Japón e influencia en uno de los personajes de mangas más importantes del país. Sin embargo, se tocan demasiados espacios y puntos que no llegan a ser vitales y que desinflan la totalidad. Enfocarse en uno de ellos, profundizar en él y desde ahí conversar sobre todos los demás temas puestos sobre la mesa hubiera sido lo ideal.
“How it Ends”
Luego de un par de documentales oscuros y depresivos, nos decidimos por la comedia de la jornada y dimos en el clavo. “How it Ends” es una película hecha en pandemia, con pocos recursos, donde la pareja de directores y escritores (Zoe Lister Jones, Daryl Wein) reclutaron a sus amigos y conocidos para llevarla a cabo. Aunque es un producto barato y rústico, deja de lado el virtuosismo técnico a favor de situaciones y momentos fáciles e hilarantes.
“How it Ends” es una comedia ridícula y casi paródica. Se burla de sí misma y de aquellas modas que la gente joven de Los Ángeles, por no decir de todo el mundo, ha ido cosechando y volviendo valiosas. De esta manera, nos enfocamos en Liza quien debe vivir el último día en la tierra, previo a que un meteorito (que de a pocos se va incluyendo en la pantalla), destruya el planeta. Junto a su “yo joven”, una especie de niño interno que todos tenemos, decide caminar y visitar a algunas personas para rendir cuentas e irse lo más limpia y liviana posible.
Junto a ellas, atravesamos situaciones, conversaciones y momentos sumamente graciosos y divertidos. Debajo del lado cómico, se exploran algunas creencias y espacios emotivos que, aunque puedan sonar bobos y venir acompañados de mucha tontería, tienen una motivación interesante y un sentido valioso. Eso sí, el estilo de comedia utilizado acá es bastante peculiar y no gustará a todos, cuesta unos cuantos minutos acostumbrarse al tono y aceptarlo.
SÁBADO 30 – 3ER DÍA
Empezamos el día con “On The Count of Three”, un gran debut como director de Jerrod Carmichael, popular cómico afroamericano. Acá acompañamos a dos amigos, uno interpretado por él mismo y el otro por Christopher Abbott, caserito de Sundance. Ambos deciden suicidarse y tener un último día para completar algunos pendientes. Da la casualidad que comparte un poco la premisa con “How It Ends”, pero toma un camino opuesto en muchos sentidos.
“On The Count of Three” es una obra estilizada, ácida y con grandes cuotas de humor negro. Toma un tema complicado como es el de la depresión y el suicidio a su favor, para construir un recorrido lleno de incertidumbre y adrenalina. Dado que morirán al final, los protagonistas tienen carta blanca para hacer lo que les provoque, sin nada que los ate ni repercusiones en su futuro, ¿o sí?
Con una atmosfera muy bien conseguida, impulsada por una precisa banda sonora y un tema en particular que se lleva el aplauso, congraciamos desde el primer instante con dos protagonistas atormentados, de quienes vamos descubriendo problemas y traumas de a pocos. Se van ganando nuestro aprecio y cariño. Sus acciones ridículas y decisiones torpes nos afectan y les deseamos el bien, por más que estén haciendo todo mal. Esto se debe a una gran construcción de personajes y muy buenas actuaciones de ambos, sobre todo de Abbott, quien hace rato se sabe como un actor de primera. Valga anunciar la sorpresiva aparición del gran Henry winkler en un papel inesperado.
Finalmente aplaudir los diálogos llenos de humor, naturalidad y amistad. Cada momento de tensión y desgracia es sazonado y aliviado gracias a esta dosis de ingenio y comedia que Carmichael y la pareja de guionistas (Ari Katcher y Ryan Welch) consiguen.
Hoy seguimos con “Mass” (Fran Kranz), “Wild Indian” (Lyle Mitchell Corbine JR), Passing (Rebecca Hall) y “Eight for Sivler” (Sean Ellis).