«God´s Country»
Julian Higgins empezó su carrera con buen pie, dirigiendo un par de capítulos para la famosa serie “House”. Sin embargo, lo que vendría sería una serie de tropiezos que fueron perfilando su filmografía en declive. Felizmente su último trabajo fue recibido por Sundance y se ha estrenado en esta edición (fuera de competencia).
En «God´s Country” seguimos a una profesora universitaria quien se encuentra de luto por la reciente muerte de su madre. Durante su duelo, ve como un par de cazadores invaden su propiedad sin pedirle permiso, así y sin ayuda de las autoridades, decide hacerse cargo por sí misma.
«God´s Country” es un buen thriller. Uno que podría situarse dentro del neo western o historia de venganza. Subgénero (s) que van ganando pisada estos últimos años. Hay algo atractivo, siempre lo ha habido, en la satisfacción de la revancha y de la lucha por la justicia. Título recientes, como “Hell or High Water”, “Wind River” o “Let Him Go”, confirman su éxito. Al menos de lado de la crítica. Higgins se demuestra como fan del género, pero también de su estructura y formas, que mantiene intactas en esta historia, al punto de hacerse previsible, sin la connotación negativa.
Quizás en la cumbre de la película se halle el nombre de Thandiwe Newton, quien logra uno de los mejores protagónicos de su carrera. Un papel donde demuestra su habilidades pasando de ser una persona fría, dura, dolida y parca a explotar con mucha fuerza.
«Am I OK?»
Tig Notaro y su esposa, Stephanie Allynne, dirigen juntas por primera vez, esta linda, sincera y sencilla comedia sobre la amistad entre mujeres. Una historia escrita por Lauren Pomerantz, con la que la pareja de directoras se sintió plenamente identificada y conmovida.
En “Am I OK?” Seguimos a Lucy y Jane, mejores amigas de toda la vida quienes, en sus treinta, se enfrentan a cambios importantes en sus propias vidas. Alteraciones que podría romper la amistad o fortalecerla por siempre.
“Am I OK?” apuesta por lo aterrizado y mundano. Sin artificios ni búsqueda de dramas o un climax que alimente la historia. No es necesario. Acompañar a dos amigas en su intimidad, disyuntivas y crisis de la edad, nuevamente un coming of age (y algo más) adulto, es suficiente. No requiere mayor esfuerzo que la honestidad. Esta realidad resuena con cualquiera, esté en una situación similar, una edad cercana o simplemente exista como humano.
Pero sobre todo, el éxito radica en la química natural entre Dakota Johnson, la estrella de esta edición de Sundance y Sonoya Mizuno, protagonista de la genial serie “Devs”. Juntas en la pantalla son todo lo que se necesita para enamorarse perdidamente del relato y aparte, en sus propios caminos, logran la misma atracción e impacto.
«Emily the criminal»
John Patton Ford consigue, con su ópera prima, un relato tenso, hipnótico y atractivo, que sirve como ejercicio de thriller y, a su vez, denuncia a un sistema enfermo y violento que puede obligar a una a tomar decisiones e ir por caminos destructivos.
En “Emily The Criminal” seguimos a una joven, con el nombre del título, quien endeudada hasta la médula por un prestamos estudiantil, empieza a involucrarse en negocios fraudulentos que la llevaran a un camino sin retorno.
El éxito de un relato como este, donde la protagonista se más una especie de antihéroe, por no decir criminal, radica en que uno como espectador pueda empatizar con ella y, más aún, velar por su triunfo. Aún sabiendo que las prácticas no son aceptables, que sus decisiones no son las nuestras y que, claramente, está infringiendo normas y leyes. Esto se consigue, en parte por la buena construcción del personaje, pero también por el escenario donde este juega y su denuncia entre líneas. Uno cuyo sistema, también violento y corrupto tiene leyes y reglas grises o aún más oscuras. Donde el bueno pierde y el vivo gana. O ambos pierden.
Ahora, antes de Dakotas, y aún durante su nuevo reinado, Aubrey Plaza siempre ha sido una favorita en Sundance y del cine Indie. La actriz es una recurrente del festival y esta no es la primera vez que demuestra su talento. Aunque quizás, y ojalá, sea un papel que le permita conseguir protagónicos de mayor escala, si así lo desea, para llegar y conmover a un público más grande.
Hoy toca ver «My Old School», «Girl Picture» y «Navalny».