Todo tiene su final. Hasta Bond. “Sin Tiempo para Morir” es la quinta y última entrega de Daniel Craig en la piel del espía más famoso del cine. Una de las primeras películas que se postergaron por la pandemia, por los motivos sabidos y por una trama que quizás, provocaría efectos adversos y problemáticos dada la coyuntura.
En ella vemos a un Bond que ha dejado el servicio secreto y quien luego de una nueva decepción, se aísla en Jamaica. Sin embargo, su paz es interrumpida con la llegada de su amigo Felix Leiter, quien le propone una misión para salvar al mundo.
“Sin Tiempo para Morir” no nos parece la mejor de la Era Craig, pero sí se mete al podio junto a “Skyfall” y “Casino Royale”. Aunque la historia no llegue al nivel de sus antecesoras y no sea tan redonda como ellas, es una despedida digna y emotiva del actor. Punto en el que “Spectre” falló estrepitósamente. Cuento aparte, Cary Joji Fukunaga logra hacer uno de los mejores espectáculos visuales de la saga, con una puesta en escena pensada y cuidada. Siempre en búsqueda de un entretenimiento que no pese, e intentando mantener la esencia de Bond, evolucionándolo y llevándolo a estos nuevos tiempos. Como debe ser. Ahí la pluma de la gran Phoebe Waller-Bridge cala.
Aunque las motivaciones del villano huelen un poco a refrito y la trama falle en ser novedosa, Fukunaga consigue balancear la película a su favor a través del espectáculo y de las dinámicas en los personajes. Algunas mejores que otras. En el plano positivo, el conflicto entre Bond y Nomi – 007 y 00… – está muy bien logrado. Lashana Lynch llega para quedarse y, sin entrar en spoilers, es una apuesta importante que ya veremos en qué termina. Ella y Ana de Armas, quien también se roba el show en un abrir y cerrar de ojos, hacen que Rami Malek y Lea Seydoux palidezcan en sus propios papeles.
Lamentamos decir que no somos fans de ellos, pues suelen sobreactuar y estar lejos de convencernos. El primero acá como un villano totalmente olvidable y la segunda, aunque mejor que en “Spectre”, dando una cuota de romance que nunca llega a despegar (como sí sucedió con Eva Green en Casino Royale).
Luego de la despedida concluyente y sin peros, aunque con un mensaje en los créditos que dice “James Bond volverá”, queda ver quién sucederá a Daniel Craig como Bond. Qué decisiones tomarán y si el 007 ya tiene nueva cara. De tenerla ya, la tiene. Le queda muy bien.