Por Sebastián Castillo
Luego de una recuela aceptable con algunos toques interesantes de autorreferencia en relación al fandom y al submundo de las comunidades de Reddit, “Scream VI” retoma la numeración tradicional para remarcar (algo insistentemente) que se reincorpora a la corriente principal de la franquicia pero… la pregunta del millón es: ¿Será esto bueno para una película que se realizó de forma tan apresurada?
Con la ya confirmada no participación de Neve Campbell, la sexta entrega de la queridísima saga Scream tenía que demostrar no solo poder consolidar a la nueva protagonista luego de una primera parte con una Melissa Barrera algo floja, sino que le quedaba pendiente además el poder darle vuelo y generar expectativa suficiente como para obtener algo realmente memorable de esta nueva trilogía. Y es que, la entrega previa, dejo una película entretenida que no asumió riesgos y con una alta dependencia del pasado, además de una protagonista que parecía aún conservar matices melodramáticos muy similares a los que venía trabajando en “In the heights” y que resultaba muy baja a comparación de casi cualquier final girl memorable del género del slasher. En pocas palabras había una deuda importante.
Por otro lado, uno de los puntos altos de la entrega pasada fue una Jenna Ortega, hoy convertida en estrella gracias a la serie “Wednesday”, quien seguramente debió ser la protagonista elegida en la cinta anterior. Si en la mencionada serie de streaming, Ortega hacía un trabajo más que bueno trayendo de vuelta al personaje icónico bajo la tradición de Tim Burton y Christina Ricci, aquí en esta nueva y sexta Scream, toma el timón para pilotear en conjunto con Melissa Barrera una “segunda entrega” que sigue la regla principal de una secuela: todo más grande, más espectacular, más violento, más peligroso, etc.
¿Pero que nos depara esta nueva aventura de las hermanas Carpenter? “Scream VI” se sitúa en Nueva York, lugar en el que los personajes (los cuatro sobrevivientes) han ido a parar para seguir sus estudios universitarios, estableciendo nuevos vínculos amicales y hasta amorosos con compañeros de su facultad, pero como todo lo que sube tiene que caer… Ghostface volverá para ponerlos en aprietos.
Vayamos por partes. Nueva York en lugar de Woodsboro resulta un escenario complejo de abordar. Ya el slasher lo había hecho antes, por supuesto, con la recordada “Friday the 13th part VIII: Jason takes Manhattan”, misma en la que, por más divertida que resulte, la ubicación en la “gran manzana” resultaba poco más que un capricho o una curiosidad. Aquí en “Scream VI” resulta un escenario urbano lleno de posibilidades entre las que se terminan colando tanto escenas muy emocionantes y bien realizadas, como también conveniencias. El primer grupo no lo comentaré para evitar spoilers, sin embargo, es posible adelantarles que dichas escenas se encuentran de forma breve en vistazos del tráiler.
Entre las conveniencias debo decir que hay muchas, y no solo en cuanto al escenario de ciudad en el que nadie parece poder escuchar lo que sucede a más de una pared de distancia. Lamentablemente, el nivel de conveniencia de muchos de los asesinatos y situaciones de peligro que la película propone varían entre lo que podría suceder con más verosimilitud en un suburbio o pueblo pequeño como Woodsboro, hasta cosas que solo podrían suceder en un departamento alquilado en Chernobyl. Y es que, el guion no es el fuerte de esta cinta, al menos desde el lado del whodunit, es decir, desde el lado del misterio, ya que los giros, la investigación y las motivaciones y modus operandi del Ghostface en cuestión, resultan planos, muy exigentes para lo poco que se preocupa en construir, al punto que parece ser un gesto de flojera y mala escritura por todo lo alto.
Sobre lo mencionado, he de destacar que aquí, el personaje de Jenna Ortega, Tara rescata al de Sam (personaje de Melissa Barrera), sirviendo de acompañante y contrapunto en una dinámica que recoge ciertas desavenencias entre ambas, expresadas en la escena del hospital de la entrega pasada, centrando la actualidad de las hermanas Carpenter en su relación. El resto del cast que las acompaña está correcto, algunos medios han destacado en exceso quizás a Mason Gooding en el papel de Chad, aunque tanto este rol como el de su hermana en ficción Mindy (interpretada por Jasmine Savoy) no terminan de ser personajes memorables para mí, sobretodo, y quizás injustamente, en una inevitable comparación con el equipo de la tetralogía original. No puedo dejar de mencionar también que siendo tantos personajes universitarios y conviviendo en su día a día en un escenario de campus, este debió ser un elemento más presente en el desarrollo de la cinta, aportando al misterio y a terminar de acercarnos a las vidas e ideologías de estos personajes (sobre todo los secundarios) a quienes aún me parece que no conocemos tan bien como para sentir el apego necesario como para que nos importen.
Entonces… ¿es “Scream VI” un fallo? Pues, depende… sobretodo porque el aspecto del misterio no es el único a considerar de la cinta. Si a las conveniencias y momentos para cubrir el rostro con la palma de la mano enfrentamos aspectos positivos de la misma, encontraremos quizás y sorprendentemente a las justas un balance positivo. Nuevamente… depende. Si eres un fanático de la saga que apreciará las referencias a entregas pasadas, el aumento de escenas trepidantes y el aumento del nivel de violencia sumados a la crack total de Jenna Ortega con más cuota de pantalla y llevando adelante la historia, seguramente saldrás con cierta satisfacción.
Por otro lado, si esperabas un whodunit en el que haya que pensar mucho para anticipar al asesino, en el que podrías analizar las constantes pistas y, a través de momentos que te narren la actualidad y trasfondo de los distintos personajes, ir saltando de sospechoso en sospechoso pues… tal vez deberías obviar esta secuela. En términos generales una película sin mayor atractivo cinematográfico o innovador, ni desde la realización ni desde el guion y que resulta divertida y nada más.