Todos los años HBO saca al menos una serie que lucha por el podio. El año pasado, por hablar los títulos más recientes, “I May Destroy You” y “We are who we are’” no solo fueron dos de las mejores entregas del 2020, sino que para muchos, incluyéndonos, de la década. A mitad del 2021, el canal ya tiene una firme candidata. “Mare of Easttown” lleva la firma de oro de HBO.
En ella seguimos a Mare, una detective de un pequeño pueblo de Pennsylvania que debe investigar el asesinato de una menor de edad. A la par, carga con el peso de un caso que nunca se resolvió, así como una reciente tragedia familiar.
Creada y dirigida por Craig Zobel, quien estuvo detrás de cámaras de varios éxitos televisivos como “The Leftovers”, “Westworld” y “American Gods”, nos regala una nueva serie policiaca que marca todos los checks indispensables del género. La estructura es ampliamente conocida y el misterio del asesino, así como las múltiples teorías y giros que van sucediendo mientras nos acercamos al ojo del huracán, son llevados a cabo a la perfección. En este apartado, encuentra su punto más alto en el final del episodio cinco (son 7), consiguiendo una de las secuencias más tensas de los últimos tiempos. Haciendo recordar, por calidad y similitudes, finales como el de “Seven”, “El Silencio de los Inocentes”, “Prisoners” o aquella nerviosa escena de la carretera en “Sicario”. Magistral.
Pero más allá del revisionado a todas las reglas del juego y clichés del género, “Mare of Easttown” se diferencia por lo humano, las relaciones, los conflictos y, sobre todo, los traumas y lutos de un pueblo donde todos se conocen o son familiares. Si bien el elenco es extraordinario y hay puntos altos, tanto en la actuación como en los propios personajes, mención especial a Juianne Nicholson (Lori Ross), Jean Smart (Helen), Evan Peters (Detective Zabel) y Guy Riche (Richard Ryan), lo realizado por Kate Winslet es insuperable. Acá hablamos de la que podría ser su mejor actuación en una carrera llena de triunfos. Kate nos muestra todo su repertorio dramático, invitándonos a su propia alma rota y corazón destrozado. Evitando exageraciones y muletillas sabidas, apuesta por un personaje que va despedazando su coraza y con ella al espectador. Difícilmente habrá una mejor actuación que la suya en este año, de esos logros que pueden, a lo más, empatarse.
Finalmente el misterio es revelado y no solo es uno que sorprende (salvo a Stephen King quien lo adivinó), sino que permite cerrar arcos y ahondar en aquello que justamente es el fuerte de esta miniserie. La desgracia humana.