Hacer comedia, género recurrentemente menospreciado, es uno de los retos más difíciles para cualquier cineasta. Históricamente, directores y guionistas amantes de la comedia han huido de la posibilidad de trabajar en ellas por la dificultad que conlleva todo.
La saludable presencia de cine de género en los festivales es cada vez más común. Consta de aquellas secciones de medianoche o dedicadas al cine de bajo presupuesto donde proliferan historias de fantasía, terror, artes marciales bizarras y otros ejemplos.
No somos especialistas ni devotos de J Balvin, pero sí reconocemos los singles de sus producciones, donde letras pegajosas al ritmo de reggaeton lo han elevado por encima del cliché del género
Cerramos el #tiff2020 con la nueva película de Thomas Vinterberg, co fundador del Dogma 95, uno de los movimientos cinematográficos más importantes de finales del siglo pasado.
Mientras nos sentimos cómodos recordando a los incas y sus palacios de oro, también nos escondemos en el confort de lo lejano del pasado para evitar poner en crisis el orden de las cosas.