Este día tocaba una de nuestras película más esperadas del año. Nuestro tercer día en Cannes se ve marcado por un excelente relato autobiográfico de la mano de James Gray y por una propuesta totalmente original y atrevida del cineasta de 84 años, Jerzy Skolimowski. Debemos contarles que hasta este punto, el sistema de reservas de tickets online estaba malogrado y no se podía usar la plataforma. A partir del día 4 ya pudimos empezar a ver entre 3 y 4 películas por jornada, como solemos hacer. Esperamos que disfruten las reseñas.
«Armageddon Time«
Sección: Competencia oficial
Dirección: James Gray
Guión: James Gray
País: EEUU
Reparto: Michael Banks Repeta, Anthony Hopkins, Anne Hathaway, Jeremy Strong, Jaylin Webb, Ryan Sell, Marcia Jean Kurtz, Andrew Polk, Dane West, Lauren Yaffe, Griffin Wallace Henkel, Eve Jette Putrello, Ian Hernandez-Oropeza, Aidan Christman, Stephanie Groves, Oona Girton-Marshall, Psalm Mitchell, Landon James Forlenza, Jack Parrish, Stephanie Aguinaldo, Jude Washock, Domenick Lombardozzi, Tovah Feldshuh, Teddy Coluca, Marcia Haufrecht
James Gray es uno de esos directores que consideramos la crème de la crème de la actualidad. Y es que desde hace años nos sorprende con cada entrega que realiza, ya sea con la fina sutileza para retratar las relaciones interpersonales en “Two Lovers” (2008), con la homérica destreza de adentrarnos a las aventuras en la selva de “Z: La Ciudad Perdida” (2016) o con el hipnotizante minimalismo y profundidad de “Ad Astra” (2019) – Gray nunca decepciona.
Así que cuando supimos que su última película “Armageddon Time” iba a estrenarse en las salas de Cannes, no podíamos contener la alegría y la emoción. Cuando supimos que era un relato autobiográfico, estas sensaciones aumentaron. Y es que ¿cómo te preparas para ver el estreno mundial de uno de tus directores favoritos en el festival más importante del mundo? Pues, solamente queda agradecer y recordar la proyección.
En “Armageddon Time”, conocemos a Paul Graff, el hijo menor de una familia judía de clase media neoyorquina que, aparentemente, es disfuncional (¿como todas, no?)… Es un soñador, el payaso de la clase y no le gusta seguir las reglas, pero está por aprender una de las lecciones más importantes de su vida: la realidad de la desigualdad social y el racismo en su país. La madre, interpretada por Anne Hathaway en uno de sus mejores papeles, es una maestra de economía que intenta mantener su familia unida y centrada – por momentos no puede controlar a su joven hijo Paul y se desespera. Cuando no puede más, recurre a su esposo – interpretado por el gran Jeremy Strong, quien es un padre trabajador que se interesa genuinamente por sus hijos pero, cuando no puede más, explota y recurre a la violencia física como forma de castigo. El patriarca de la familia es el abuelo, interpretado por el siempre genial Anthony Hopkins, papel por el cual creemos que tendrá una nominación más al Oscar en su gran lista…
De una familia de migrantes judíos, el abuelo es la única persona que parece entender y apoyar a Paul. Su nieto lo idolatra, nadie está a la altura de su abuelo, es su héroe y lo ama. Hay otros miembros de la familia que orbitan a los anteriormente descritos pero que no tienen mayor intervención en la trama.
“Armageddon Time” tiene algo que es visto muy raramente… y es que sabe mostrar y hacerte sentir las sutilezas que pasan normalmente desapercibidas sobre la dinámica familiar. Hay miradas, suspiros, muecas y demás que dicen mucho más que algunas líneas de diálogo. Y es que así es la vida misma, todos podemos reconocer las expresiones de Anne Hathaway en nuestras madres, sintiendo sobre todo en esos instantes el corazón del film. También hay momentos muy duros de violencia física por parte del padre, que no tiene ningún tipo de justificación, pero que luego entran en un fuerte contraste con la forma divertida y dulce que tiene para relacionarse con sus hijos. Hay un nivel de intimidad que resuena mucho con el espectador, la naturalidad de las actuaciones aporta mucho a esta sensación.
Paul encuentra en Johnny Davis, un compañero de escuela afroamericano, a su mejor amigo. Lamentablemente, Johnny es víctima de racismo directa e indirectamente; y Paul no es ajeno a esto. El protagonista se da cuenta rápidamente que el trato que tienen con su amigo es distinto al que tiene con él, y es acá donde entra la mano de Gray para mostrarnos el preciso momento en que un niño de 12 o 13 años descubre qué es el racismo y la desigualdad. Paul luego hablará del tema con su familia; sobre todo con su abuelo y, en lugar de darle una píldora dulce al joven, este explicarle las cosas como son. Que el mundo es un lugar injusto y que, frente a una injusticia, hay que alzar la voz. Es a través de su amistad con Johnny que Paul aprenderá mucho sobre la vida.
James Gray ha conseguido dar una lección sobre el privilegio y la responsabilidad de tenerlo y utilizarlo a favor de uno y de los demás. Desde la inocencia y madurez. A través de los ojos de una familia que ha tenido que luchar por salir adelante, pero que, de igual forma; ha sido privilegiada. Esperamos que siga entregándonos este cine inmenso y necesario, que no renuncie a ese sueño (como hace unos días dijo estar tentado de hacerlo). Ojalá que Anthony Hopkins se le aparezca, sentando en su cama, y le diga exactamente lo que necesita oír. Continúa, maestro.
«EO»
Sección: Competencia oficial
Dirección: Jerzy Skolimowski
Guión: Jerzy Skolimowski, Eva Piaskowska
País: Polonia
Reparto: Isabelle Huppert, Sandra Drzymalska, Lorenzo Zurzolo, Mateusz Kosciukiewicz, Tomasz Organek, Saverio Fabbri
El año pasado, en nuestro primer Cannes, “Cow” fue la película animalista escogida para el certamen. No estuvo en competencia oficial, pero el documental de Andrea Arnold, nos llevaba al meollo de un camal. Donde seguíamos a una vaca que era explotada durante su vida entera. Este año, aunque con una propuesta bastante distinta, Jerzy Skolimowski coloca a un pequeño burro como actor protagónico de su nueva ficción. En una suerte de epopeya que, más allá del mensaje (escrito en sus imágenes y en letra), deja una propuesta interesante.
EO es el burro de un circo, quien tiene un bello lazo con una acróbata. Luego de que el gobierno local prohibiera el uso de animales para tales espectáculos, este es arrebatado de sus manos y va pasando de dueño en dueño, de mano en mano, rescatado o regalado.
Jerzy Skolimowski utiliza al burro, para mostrar varios lados y facetas del humano. Pasando por pecado capitales, y mostrándonos un poco de lo mejor y lo peor de la humanidad. A veces encuentra el descanso y lugar perfecto, pero un accidente o un problema lo cambian de escenario y trasladan a un espacio menos adecuado o tortuoso. Así pasamos por viñetas donde EO incluso se vuelve protagonista del momento. Llegando a ser incluso la mascota deportiva tras una victoria de fútbol.
Pero en «EO», Jerzy Skolimowski no se conforma con un relato tradicional, y aprovecha para dejar diversos juegos de cámara, experimentando con formas, colores, movimientos y modificaciones de tiempo, que junto a una potente banda sonora, elevan la puesta en escena. Le dan un toque especial que sube, en algo, el mensaje aleccionador.
Hoy toca «Plan 75» de Hayakawa Chie (Un Certain Regard), «La Nuit du 12» de Dominik Moll (Cannes Premiere) y «Frere et Soeur» de Arnaud Desplechin (Competencia oficial).