Reporta: Luis Vélez
Tomándome con calma (resignación, diría más) el que no podré ver todas las películas en competencia de esta 73 Berlinale, mucho menos extender mi cobertura a todas sus secciones. Es apabullante. Sin embargo, hay fechas particularmente estimulantes, como estas, en que dominó el cine de animación.
Art College 1994.-
Dirección: Liu Jian
Guión: Lin Shan, Liu Jian
País: China
Reparto: Animación
Sección: Competencia
Si bien la animación hecha en China se remonta a los años 1920, con una producción sostenida durante los años 1950 hasta mediados de los 1960, esta fue prácticamente interrumpida por la llamada «revolución cultural» impulsada por Mao Zedong. Muy probablemente, de no ser por tal paréntesis, la animación china estaría a la par de la japonesa. No obstante, en las últimas décadas ha tomado un nuevo vuelo. Un trabajo anterior como programador de un festival local de cine fantástico me permitió acercarme a la animación contemporánea hecha en China, y si bien en cierta medida incorporaba la influencia del estilo japonés, a la vez buscaba una identidad propia. Tal es el caso de los largometrajes de Liu Jian: Piercing I (2010), Have a Nice Day (2017) -que fue estrenada en la competencia de la Berlinale de aquel año-, y Art College 1994 (2023). Son películas con anclas en problemas de la sociedad china y temas adultos. Encuentro su obra más cercana a la del sueco Magnus Carlsson que al anime.
En Art College 1994, Liu Jian nos invita a acompañarlo en una sumersión en sus memorias universitarias, de cuando estudió pintura en la Academia de Arte del Sur de China. Los recuerdos de personas, que a la postre sabemos son tomadas de la realidad, se funden en una descripción nostálgica, a ratos afligida, a ratos rica en humor negro, de una generación coetánea a la que en occidente solemos considerar la generación X. Elementos compartidos de la tecnología y cultura pop de los 1990, como referencias a Kurt Cobain, son mostrados como indicadores de un tiempo de apertura en el país. Liu Jian dibuja a estudiantes, ex-estudiantes, profesores y personajes varios del micromundo de esta estancia universitaria vinculada al arte. Con poco dinero en los bolsillos, entre la residencia de estudiantes, las aulas y los lugares para estar, comer o beber, Art College 1994 va a generar un sentimiento de identificación entre miembros de la audiencia. Amistades, amores, vicisitudes y anécdotas muy unidas a una reflexión sobre el arte como vocación y forma de vida, y un permanente cuestionamiento sobre su esencia. Una película desde ya entrañable.
Suzume.-
Dirección: Makoto Shinkai
Guión: Makoto Shinkai
País: Japón
Reparto: Animación
Sección: Competencia
Dato no poco importante: la última ocasión en que un largometraje de anime se programó en la competencia del Festival Internacional de Cine de Berlín fue en 2002 y se trató nada menos que de El viaje de Chihiro, del maestro Hayao Miyazaki. Es el turno de un maestro junior del rubro: Makoto Shinkai. Nacido en 1973, lo encuentro heredero de Miyazaki, a pesar de no ser precisamente un conocedor del enorme universo del anime y el manga (que me es abrumador). Debido a la cantidad de público (entre integrantes de la comunidad japonesa en Berlín y visibles fans) y su buen recibimiento, noté estar frente a un acontecimiento en lo que fue la primera proyección pública internacional de Suzume. De hecho, Suzume se estrenó en Japón ya en noviembre del año pasado con éxito de audiencias, así que hay ahí igualmente una especial consideración de la Berlinale por no exigir un estreno mundial. El cine de animación japonés mostrando su pertinencia en el cine de la modernidad.
Y es que justamente, mientras el cine de Miyazaki explora en buena medida las relaciones entre naturaleza, humanidad, misticismo y tradición, el de Shinkai introduce al suyo un ingrediente de modernidad (o posmodernidad) para abrazar la idea de la interconexión entre seres humanos, en medio de sueños, verdades y dimensiones del tiempo; con la naturaleza como sustrato, manto protector y ente holístico que sabe cómo advertir de su cuidado y peligros. Suzume es una maravilla de la animación y la fantasía, bajo estos conceptos, sin edad necesaria para dejarse emocionar con ella; por el contrario, alcanzar el pertinente entendimiento de su encauzamiento del duelo es algo que abarca juventud, madurez y horizontes. Esto es aún más tangible cuando contextualizamos el origen de la idea para la película en el terremoto y tsunami de Tōhoku en 2011. Ojalá podamos ver Suzume en una pantalla grande peruana, tal y como se vieron Your Name. (2016) y El tiempo contigo (2019). Hay un público.
Limbo.-
Dirección: Ivan Sen
Guión: Ivan Sen
País: Australia
Reparto: Simon Baker, Rob Collins, Natasha Wanganeen, Nicholas Hope
Sección: Competencia
Una película menor dentro de la competencia de esta 73 Berlinale, no por ello menos interesante por ser una manifestación de la vigencia un tanto desconocida del cine de género australiano. Sin mucho que detallar, más bien destacar, podemos enmarcar Limbo dentro del film noir y el neo-western. Los tópicos y las formas son recurrentes: la fotografía a blanco y negro, la llegada del policía detective a un no-lugar, un ambiente desértico, la pesquisa tras un viejo caso cerrado que vuelve a abrirse para despertar demonios dormidos. Ivan Sen (1972), director australiano de origen indígena, es experto en su administración (Goldstone, 2016; Mystery Road, 2013; Toomelah, 2011), siendo además un firme impulsor de la inclusión indígena en el cine de su país. Precisamente, en Limbo, es este choque racial lo que va gatillando la acción y lo que está detrás de la coyuntura de la investigación. Firme desempeño el del actor Simon Baker como el detective Travis Hurley, que lejos de ser un white savior, es un hombre de pesos a cuestas en búsqueda de redención. Reformulando, cine de género y visibilización del racismo en Australia.
Bonus.-
Mi octavo día en el 73 Festival Internacional de Cine de Berlín estuvo también marcado por el estreno alemán de Tár, de Todd Field (2022). Película de electrizante fuerza y firme nervio, con una enorme Cate Blanchett al centro. Más allá de mi gusto por el filme, no ahondaré en él, por su estreno en Perú, pero sí deseo mencionar que el verlo en presencia de Todd Field y Cate Blanchett, en la ciudad en la que transcurre gran parte de su conflicto, habiendo visitado hace unos días la Filarmónica de Berlín, me fue sumamente especial. Una experiencia irrepetible que voy a atesorar.
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