Basada en un estudio publicado el 2012 (con el mismo nombre), por parte de Thomas King, “Inconvenient indian” es un examen acerca de la bola de nieve generada por una historia diseñada con el fin de marcar una separación entre dominante y sometido. La mirada pasa en torno al indio (nativo de la zona canadiense), el cual es objeto de racismo a partir de las historias que se generaron en un contexto colonizador, pero que han devenido en prejuicios que se encuentran más arraigados de lo que podríamos creer a simple vista.
Y es que la aceptación del indio es la de la imagen postal. Como expresa King: al indio lo aman hasta que habla y trata de expresar sus problemas. Porque si reclama por lo que le ha sucedido, existe siempre el peligro de tener que dar cuenta de sus tierras y ahí comienzan los problemas. Vaya que los tienen. Lo que nos propone Michelle Latimer (director/guionista) es una mirada con humor y afán reivindicatorio. “Inconvenient indian” podría ser un listado de las desgracias de los nativos del lado de Norteamérica frente a una colonización mordaz, en cambio cuenta con gracia y esperanza la aparición de una generación actual que comprende las problemáticas del pasado. La representación de la identidad del indio, aquella incómoda de la actualidad y no la postal o la nostálgica, aparece a través de artistas de diferentes disciplinas y origen en común, quienes han decidido negar la cultura que les fue impuesta a sus padres y reconectar con las creencias y costumbres de sus antepasados.
Así, se nos informa a extranjeros (y canadienses) sobre los terribles acontecimientos de una ocupación devastadora a nivel cultural, en la que los niños fueron alejados de sus familias para ser educados bajo un paradigma ajeno e inculcándoseles un cristianismo violento basado en el miedo.
Latimer nos acerca a realizadores cinematográficos, artistas plásticos, diseñadores de entornos virtuales y toda una gama de “indios” que plantean un futuro donde sus problemáticas se apoyan en la tecnología y donde las necesidades de sus tribus no significan la negación de la cultura occidental, sino el dialogo con esta. Siempre en pos de una responsabilidad que hasta el momento les ha sido esquiva.
Finalmente mencionar que, por un lado, nuestra idea del primer mundo está más ligada a las imágenes postales y no a un conocimiento real de las problemáticas que permiten ese desarrollo que algunos países ostentan. Por otro, consideramos que esta es una película valiosa para un examen nacional con respecto a sus deudas históricas. Hemos sido parte de un proceso colonizador cruento y seguimos coexistiendo con sus consecuencias. Mientras nos sentimos cómodos recordando a los incas y sus palacios de oro, también nos escondemos en el confort de lo lejano del pasado para evitar poner en crisis el orden de las cosas.