Empezamos el Festival de Cine de Lima con la ópera prima de Alonso Llosa (conocido por su cortometraje «Living Legend», que pasó por varios festivales como Hamptons IFF, Palms Springs Shortfest y que fue comprado por HBO en el 2016). La película compite en Ficción.
En ella vamos directo al “boom inmobiliario” en la Lima de hace unos años, donde Tato, un cincuentón cono tonos del “Dude” de Jeff Bridges y de Leonard de “Two Lovers”, ha regresado a vivir en la casona sanisidrina de su madre y la sangra para consumir cocaína. Desesperado por salir de esa situación, encuentra una macabra solución y empieza un plan loco y descarado que pondrá la casa, literalmente, de cabeza.
Hay fragmentos que prometen que Alonso Llosa siga creciendo como cineasta. Los primeros planos aportan, así como la cámara en mano, hay una clara preocupación por la estética y uno que otro plano de fotografía que da gusto al ojo del espectador. Paul Vega, en el papel protagónico está en su punto y la comedia le cae muy bien.
Sin embargo, hay mucho puntos flojos que terminan cortando, por ratos, la experiencia. Repetitivos bailes en fiestas en cámara lenta, actuaciones acartonadas y teatrales del elenco que acompaña a Vega, situaciones ridículas e incomprensibles que no consiguen su cometido. La risa falta, lo absurdo no llena y el drama no golpea.