No teníamos mapeado el estreno de esta ópera prima de Max Barbakow, protagonizada por Andy Samberg y Cristin Milioti. Llegó la semana pasada acompañada de una ola de buenas críticas. Merecidas.
En ella seguimos a dos desconocidos que asisten a un matrimonio y que se ven obligados a repetir el mismo día una y otra vez. La misma dinámica que encontramos en la serie de Netflix “Muñeca Rusa”, en la genial película de acción “Al filo del mañana”, o sobre todo con el clásico “Groundhog Day”, con quien también comparte el tono. El de una comedia ligera, graciosa, con más de un mensaje valioso que se consume fácil. Y que como sucede con buena parte de los estrenos en este momento histórico de la humanidad, cobra un sentido extra. La cuarentena se siente, en algún sentido, como un bucle en el tiempo.
Si bien “Palm Springs” no propone algo nuevo o revolucionario, e incluso repite el mensaje constante en las comedias románticas, sí le impregna su estilo con ingenio. Empezando por la pareja protagónica que cumple por completo en química. Hace un buen tiempo que nosotros no disfrutábamos a Samberg y este es un retorno importante en nuestro horizonte. Ambos sostienen la historia y aprovechan a los personajes secundarios a la perfección, mención honrosa a J.K. Simmons.
Hay situaciones hilarantes, momentos de introspección, giros inesperados y, sobre todo, un elemento “mágico” que hará acordar a “Jurassic Park” y que es un regalo preciso. Precisa para aligerar estos días y para conversar sobre qué pasaría si uno acaba en una situación similar.