«Infinity Pool”
Dirección: Brandon Cronenberg
Guión: Brandon Cronenberg
País: Canadá
Reparto: Alexander Skarsgård, Cleopatra Coleman, Mia Goth, Thomas Kretschmann,Amanda Brugel, Caroline Boulton, John Ralston, Jeff Ricketts, Jalil Lespert,Roderick Hill, Adam Boncz, Alan Katic, Alexandra Tóth, Amar Bukvic, Anita Major
Hace medio año, en la última edición de Cannes, Disfrutamos el retorno de David Cronenberg a su querido «Body Horror» con la genial «Crimes of the Future». Meses después y al otro lado del charco, su hijo, Brandon Cronenberg, estrena su tercer largometraje en Sundance. Ambas eran las películas más esperadas y conversadas previas al inicio de cada festival. La primera un éxito. La segunda, una inmensa decepción.
En «Infinity Pool» seguimos a James (Alexander Skarsgård) y su pareja Em (Cleopatra Coleman) durante unas lujosas vacaciones en una isla ficticia. La motivación de este descanso, es que James se inspire para poder escribir su segunda novela. Sin embargo, luego de un trágico accidente, la burocracia y leyes propias del país los llevarán a vivir una experiencia sumida en la perversión.
«Infinity Pool» comienza bastante bien. Teniendo la excelente serie de HBO, «White Lotus» aún fresca, es imposible no acercarla como referencia. La sensación es similar aunque bastante más perversa. En esa primera parte, con los ingredientes en mesa, el tono instalado y las sorpresas de por medio, uno empieza a sobarse las manos pensando que todo se pulirá. Nos apresuramos. Lo mejor llega rápido y luego de esa cúspide, la película empieza a caer abruptamente en tópicos del género, excesos quee restan y volteretas que desgastan.
Brandon Cronenberg se cree muy audaz y creativo. Sin embargo, su padre ya hizo todo esto y mucho mejor, décadas atrás. Y lo sigue haciendo hasta el día de hoy (Crimes of the Future). «Infinity Pool» intenta sostenerse como una mala copia de otros títulos de David Cronenberg, sin aportar nada más. O mejor dicho, aportando mediocridad.
Aunque siempre va a ser un placer ver un tour de force de Alexander Skarsgård o Mia Goth, que vaya de la mano con una buena película, mejor. Para eso ya tenemos «The Northman» o «Pearl/x». Lamentablemente, en el caso de los Cronenberg la manzana cayó lejos del árbol.
«Scrapper»
Dirección: Charlotte Regan
Guión: Charlotte Regan
País: Reino Unido
Reparto: Harris Dickinson, Laura Aikman, Ambreen Razia, Asheq Akhtar, Sam Buchanan,Amy Lee Ronaldson, Olivia Brady, Matt Brewer, Alin Uzun, Joshua Frater-Loughlin,Lola Campbell
Felizmente luego del bluff de «Infinity Pool», el día mejoró notablemente con «Scrapper», probablemente la mejor ópera prima del festival. Película que se haría con el Premio del Jurado (World Cinema) de esta edición. Lo que vendría a ser a la mejor película extranjera.
En «Scrapper» seguimos a Georgie (Lola Campbell), quien a sus 12 años y luego de la muerte de su madre, vive sola en una casita en un barrio marginal de Londres. Cuando aparece su padre, a quien no conoce, su vida cambiará para peor o mejor.
«Scrapper» es otra película, por el origen británico, la relación entre padre e hija y el «coming of age» (la mejor representante del género en esta edición), que permite mencionar nuevamente a «Aftersun», joyita del año pasado que sigue en boca de todos. Sin bien hay varias similitudes, son las diferencias las que permiten a «Scrapper» destacar. Mientras que el relato de Charlotte Wells era uno triste y desgarrador, lo realizado por su tocaya Charlotte Regan es una dramedia alegre y vivaz.
«Scrapper» tiene una onda bastante juvenil y colorida. De hecho, destaca más en sus momentos joviales y alegres, algunos bastante divertidos y cómicos, que en sus aspectos dramáticos. Donde se construye no una, sino dos hermosas dinámicas con la protagonista. Una es con su mejor amigo y la otra con su padre, donde Harris Dickinson sigue en racha luego de su papel en «Triangle of Sadness». Pero es el debut de Lola Campbell y su tremenda personalidad, la estrella en el firmamento.
«Scrapper» es una historia noble, sencilla y encantadora, con un corazón tan grande que resulta imposible no rendirse ante ella y aplaudir su merecido premio.
«La Memoria Infinita»
Dirección: Maite Alberdi
Guión: Maite Alberdi
País: Chile
Reparto: Documental
Si bien Maite Alberdi lleva varios años realizando interesantísimos documentales humanistas que abordan temas importantes y sensibles, fue con el éxito de «El Agente Topo» y su nominación al Oscar, que se consagró en el medio. En vez de retroceder o descansar en aquella victoria, vuelve para entregarnos quizás su mejor obra hasta la fecha. Película que ganó el Premio del Jurado – Documental (World Cinema).
En «La Memoria Infinita» seguimos a Augusto y Paulina, quienes llevan más de 25 años como pareja. Él era periodista y ella es actriz. A él le diagnosticaron Alzheimer hace ocho años y ambos temen el día en que deje de reconocerla.
Uno pensaria que luego de tantos títulos, extraordinarios algunos, que han tratado recientemente el tema del Alzheimer en el cine, una nueva mirada aportaría poco o nada. Gaspar Noé hizo lo suyo en «Vortex», Florian Zeller con «El Padre» y Michael Haneke entregándonos «Amour«. Pero Maite Alberdi sabía que esta historia merecía contarse y mostrarse con la intimidad y realidad que la propia pareja vive. Sin aspavientos ni dramatizaciones. Porque es un relato que llega para ayudar a los que viven o han vivido este proceso y generar comprensión y empatía en los que no.
«La Memoria Infinita» es profundamente conmovedora y desgarradora. El romance entre ambos, genuino y hermoso, es el pegamento y la medicina de una enfermedad que no tiene reparo. Donde por más fuerte que sea la unión y mas grande el corazón que une a una pareja, la degeneración es inevitable. Aunque la batalla está perdida, son los pequeños minutos de recuerdo, gratitud y memoria, así sean efímeros, los que salvan la situación, la vuelven manejable y dan suficiente fuerza para continuar hasta el final.
Si bien con eso «La Memoria Infinita» ya resulta ser un bello documental, Maite Alberdi utiliza el material de archivo y el contexto de sus protagonistas para dar más de una lectura y extender la experiencia e importancia de esta. Augusto fue uno de los valientes periodistas alternativos que luchó contra la dictadura de Pinochet y quien dedicó su vida a recobrar la memoria de esos tiempos sabiendo que conocer la historia es la única forma de frenar su repetición. La analogía que propone la vida, terriblemente poética, es que justo a él le haya tocado perderla. Donde el símbolo de sus amigos que ya no están y sus libros que se han perdido golpean con total contundencia.
Además, Alberdi hace una precisa y preciosa elección de temas musicales que entran en el instante exacto para extender la experiencia y rompernos un poco el alma. «¿A donde van?» de Silvio Rodriguez o el Cover de «Un vestido y una amor», terminan de resquebrajar cualquier escudo emocional que colocamos como espectadores.
Difícil saber si «La Memoria Infinita», más allá de este excelente comienzo, tenga el mismo destino que «El Agente Topo». Ojalá así sea. Pero en lo que a nosotros se refiere, es una de nuestras favoritas del festival (sino la favorita) y desde ya, cupo reservado para lo mejor del año.
Seguiremos con «Rye Lane», «All Dirt Roads Taste of Salt» y «A Little Prayer».