«Saint Omer”
Dirección: Alice Diop
Guión: Alice Diop, Marie NDiaye
País: Francia
Reparto: Kayije Kagame, Guslagie Malanga, Ege Güner, Atillahan Karagedik, Fatih Sahin,Salih Sigirci
Alice Diop es una directora francesa con seis documentales bajo el brazo. Su trabajo es reconocido mundialmente y; su última entrega “Saint Omer”, le ha permitido alcanzar un nuevo status: el de ganadora del León de Plata en el Festival de Cine de Venecia y de candidata al Oscar por su país.
Este es la primera incursión en ficción de la directora; sin embargo, es una película semi basada en una historia real, más específicamente, en una vivencia de la Diop. Hace unos años en Francia, hubo un caso judicial muy famoso y cubierto por los medios, una joven madre de origen senegalés estaba acusada de haber abandonado a su hija de 15 meses a la orilla del mar y, como consecuencia, haberle causado la muerte. La directora, fascinada por las historias reales por naturaleza, decidió acudir al juicio en persona ya que sentía mucha curiosidad por el caso…
En “Saint Omer” conocemos a Rama, una joven profesora de literatura en la Sorbona quien, fascinada con un caso real, decide viajar a cubrir el juicio en persona buscando inspiración para su próximo libro… El caso es, como ya lo mencionamos líneas atrás, el de Laurence Coly, una joven madre acusada de causarle la muerte a su hija de pocos meses.
Conforme el relato avanza, entendemos los profundos motivos del interés de Rama (Kayije Kagame) por este caso, pues ha tenido y sigue teniendo una relación turbia con su propia madre y con la maternidad. Entendemos que la vida ha sido difícil para su familia y que su niñez no fue especialmente alegre. Rama, además, está embarazada y asistir a este juicio le toca fibras especialmente despiertas. Diop Logra trasladar estos aspectos al espectador, haciéndonos reflexionar sobre nuestra propia relación con la maternidad.
El setenta por ciento de la película o más, está compuesto de planos fijos de la cara de la acusada, la jueza y los testigos. Principalmente nos centramos en el personaje de Laurence Coly, brillantemente interpretada por Guslagie Malanga, quien fue una destacada alumna de filosofía en la universidad y quien, realmente, hace de hablar todo un arte. Es importante notar en este punto que, tal y como lo comentó la directora en el Q&A post proyección, uno de los temas que más le llamaron la atención de esta historia real fue que los medios hacían énfasis en lo bien que hablaba la acusada. Esto debido a un equivocado prejuicio por los orígenes de la mujer, Diop explicó como es muy común que las mujeres y hombres afro descendientes sean siempre como un écran encima del cual proyectan prejuicios, tal y como lo vemos en esta película y como se vio en el caso real.
La acusación es, aparentemente, sencilla: una madre acusada de abandonar a su bebé de 15 meses a las orillas del mar para que el agua se la lleve y muera ahogada. Sin embargo, es través de las intervenciones de la acusada que entendemos, más allá de lo que sucedió, el porqué sucedió. Conocemos los argumentos que la llevaron a cometer esa atrocidad a través de excelentes monólogos en planos fijos que nos permiten sentir lo que se está diciendo… Por otro lado, escuchamos a su defensa, las incisivas preguntas de una jueza confundida y los alegatos de los testigos que hablan a favor o en contra de Laurence.
Mientras sucede todo esto, un juicio que parece no acabar, vemos a Rama llorando, cruzando miradas con la acusada, sintiéndose identificada de cierta forma, cuestionando su relación con su propia madre y; sobre todo, pensando en la relación que tendrá con su hija o hijo por nacer. Habiendo momentos en los que no puede más y donde tiene que abandonar la sala.
“Saint Omer” es una película intensa, cargada de sutiles críticas sociales y de diálogos impecables que; en muchos casos, están fuertemente inspirados en el juicio real que inspiró esta historia. Definitivamente un acierto de Francia elegirla como película representante en la carrera para el Óscar a mejor película extranjera. Si tienen la oportunidad de verla, háganlo.
«Mantícora»
Dirección: Carlos Vermut
Guión: Carlos Vermut
País: España
Reparto: Nacho Sánchez, Zoe Stein, Catalina Sopelana, Javier Lago, Patrick Martino,Ángela Boix, Álvaro Sanz Rodríguez
El 2022 ha sido un excelente año para el cine español. Varios de sus grandes nombres han estrenado películas, otros debutantes han logrado soprender a la crítica o el público y; algunos títulos se han llevado premios en festivales y apuntan a próximas nominaciones. Si bien «Alcarrás» va en la punta del árbol con su Oso de Oro en La Berlinale y su consecuente selección como la representante española para el Oscar, «As Bestas», «Cinco Lobitos» y «Pacifiction», por mencionar una cuantas de las que hemos visto, son todas obras de altísimo nivel. A este grupo hay que añadirle ahora a «Mantícora».
En «Mantícora» seguimos a Julián (Nacho Sánchez), un exitoso diseñador de personajes y monstruos para videojuegos. Luego de un incendio en su edificio descubriremos un oscuro secreto que, por más que lo intente, le impide ser completamente feliz.
Más allá de su enorme talento como director, Carlos Vermut sobresale por su originalidad y capacidad de indagar en terrenos pantanosos y polémicos de la psique humana. Pocos se atreven a pasear por esos lares y menos a utilizarlo como fuente de creatividad. A esto, hay que sumarle el hecho de poder canalizarlo y convertirlo en un producto comestible, siempre con tonos de humor y realismo. «Manticora» es otro sólido ejemplo de ello, de la búsqueda y del encuentro, así como de su logrado resultado.
Eso sí, y acá no somos suficientes expertos en su filmografía como para hacer conclusiones, el tabú central en esta historia es bastante potente. Quizás más que otro que él haya puesto antes en la pantalla grande. Por lo tanto, el sumo cuidado con el que lo debe tratar para evitar romper límites morales o permitidos, a veces le juega a favor y otras en contra. Al final uno queda con la sensación de que Vermut no pisa el acelerador para no herir susceptibilidades, incluyendo tal vez las propias. Esto impide que el relato, tono incluido, llegue a empaparse del todo y en consecuencia, sumergirnos o salpicarnos también a nosotros con aquella oscuridad. Cuestión que por ejemplo sí llega a consolidarse en películas cercanas como «Happiness» o «Phantom Thread».
De todas maneras, «Mantícora» es una excelente película con algunos momentos que quiebran esas paredes invisibles y se vuelven memorables e inolvidables. Donde además destaca la muy buena actuación de Nacho Sánchez en el protagónico.
Toca ver «No Bears» de Jafar Panahi, «Women Talking» de Sarah Polley y «The Fabelmans» de Steven Spielberg