Ayer vimos la ópera prima de Mauricio Franco Tosso, que compite en Ficción.
En ella seguimos a Celestino, quien a más de 5000 metros sobre el nivel del mar inicia un viaje junto a su vaca “Samichay”, en búsqueda de Don Fermín.
Y si bien arranca con cámara en mano y temblores que imitan la rugosidad del espacio, pronto empiezan los movimientos lentos y pausados que van invitando a entrar en el ritmo del relato. Luego de un día ajetreado, es entrar en otra manera de afrontar el tiempo con respiraciones largas. Es sobre todo a través de estos movimientos, largos paneos y de los impactantes paisajes, que se cuenta la historia. Aquello que lo hila todo.
Tiene mucho de “Wiñaypacha”, y seguramente les gustará a aquellos que disfrutaron la película de Catacora, pero también trae su propio propósito y estética. Nos gustó bastante el blanco y negro particular, avejentado, que regala varios encuadres de fotografía y que salpica cine de antaño. Otro punto alto, para variar, es la actuación de Amiel Cayo (Retablo). Siempre presente.
Una travesía junto a un ermitaño campesino, su desnutrida vaca y un espectro que los acompaña, siempre por encima de las nubes.
«Samichay» estrena oficialmente a través de nuestra plataforma este 8 de octubre. Descubre más sobre la película y compra tus entradas en el siguiente link: https://cinestesia.pe/estrenosamichay/