Por Inés Fernández
«A Glitch in The Matrix»
El nuevo documental de Rodney Ascher (recordado sobre todo por “Habitación 237”), trata un tema que nos apasiona. La posibilidad de que esta sea una realidad virtual. Aunque acá no hay ideas novedosas ni revolucionarias, y tampoco la profundidad esperada en algunos apartados, sirve como una buena introducción a esta teoría. Una que ganó relevancia a partir de la obra maestra de las hermanas Wachowski, pero que se la plantean filósofos, científicos, intelectuales y artistas desde tiempos remotos.
Lo mejor de “A Glitch in the Matrix” es la manera efectista y entretenida de mostrar algunas teorías, entrevistar a los invitados y viajar por mundos y espacios. Ascher incluye avatares, mundos virtuales, hologramas y efectos especiales para que lo mostrado y demostrado tenga más peso y sentido. Lo que dicen y lo que ves se amarra y se vuelve más fácil de digerir.
Pero quizás lo mejor está en poner a Philip K. Dick como el personaje principal del documental. Mostrando fragmentos de una ponencia especial en Francia, ata buena parte de lo mencionado a las múltiples teorías de este genio de la ciencia ficción. A través de su presencia y poder, cada postulado gana cuerpo. A fin de cuentas, se crea o no, se esté de acuerdo o en desacuerdo, es innegable que la imaginación de Philip K. Dick ha sido una de las más grandes que ha tenido la humanidad. Una que encontró en el cine un aliado perfecto y que permitió obras icónicas como “Blade Runner”.
“Together Together”
Esta fue una grata sorpresa que no teníamos en nuestro radar. Revisando críticas del Festival descubrimos que la protagonizaba Ed Helms (Andy en “The Office” y Stuart en “The Hangover”), un gran comediante y muy querido por estos lares. Su imagen en la portada nos aseguraba pasar un rato de entretenimiento y una pausa necesaria al contenido duro y dramático que uno suele encontrar en los festivales.
En “Together Together” seguimos a Matt, un adulto que decide tener un bebé siendo soltero. Por lo tanto, contrata los servicios de Anna como un vientre de alquiler. Así empieza una divertida y tierna relación, paternal y platónica, entre ambos. Ella, una veinteañera que atraviesa una crisis existencial y que ha tenido un pasado doloroso y complicado, encuentra en él, un hombre adulto, responsable y neurótico, una especie de soporte y compañía.
El gran acierto de “Together Together”, dirigida por Nikole Beckwith es mostrar el “reloj biológico” desde un ángulo masculino. Pocas veces visto y revisado. Este le permite tocar temas, desde miradas particulares, que suelen ser difíciles de encontrar en el cine. Pero también para arrojar ciertos reclamos e injusticas relacionadas a la (des)igualdad de género y ciertos estigmas implantados en la sociedad.
LUNES 01 – 5TO DÍA
Empezamos el día con “Prisoners of the Ghostland”, la primera colaboración entre el reconocido director japonés Sion Siono, de una larguísima y extravagante filmografía y el estrafalario Nicolas Cage, también de extensa y dispareja carrera. Una combinación, que en la previa, causaba curiosidad y mucha expectativa.
“Prisoners of the Ghostland” es la primera película en inglés de Siono, luego de la popularidad de “Suicide Club”, el director se volvió un ícono en su país y continuó con muchos y diversos trabajos, donde suele mostrar un lado humano japonés salvaje, violento y escondido y dar rienda suelta a lo reprimido y a su exceso inevitable. Por lo tanto, Nicolas Cage, la locura estrambótica hecha actor, era ideal para el rol. Nada que discutir.
Sin embargo, y aunque hay mucho que rescatar de la película. Así como un estilo definido que no le rinde cuentas a nadie, un diseño de producción bastante elaborado con escenografías y personajes memorables, lamentablemente no hizo click con nosotros. En todo momento estuvimos separados de la narración e incapacitados de empatizar con los personajes o sumergirnos con lo que sucedía. Ese halo invisible que invade el espectador y que, durante el metraje, lo invita a olvidarse que está viendo una obra de ficción nunca se puso en marcha. Incluso, y esto tiene más que ver con ciertas expectativas, esperábamos más locura y desenfreno. Un Cage salvaje siempre será mejor que uno domesticado.
“Jockey”
Otra obra que no tuvimos seleccionada desde un inicio, pero que con la buena crítica recibida y luego de su pronta adquisición por parte de Sony, se volvió una indispensable en nuestro cronograma. Felizmente fue así, porque podría ser la mejor película de esta edición o competir sin problema por ese puesto.
En “Jockey” seguimos a Jackson, un veterano jinete cuya salud está en deterioro. Se ha dedicado toda su vida a ser Jockey, sufriendo una variedad de lesiones que empiezan a generarle problemas graves y poniendo su carrera en vilo. En esas condiciones recibe la visita de un joven jinete que se presenta como su hijo, a quien colocará bajo su tutela, y al mismo tiempo, aparece una yegua que vuelve a llenar de esperanza a Jackson.
“Jockey” es la ópera prima de Clint Bentley quien, siendo hijo de un jinete de carreras, siempre fue cercano a ese mundo. Cada instante de la película inhala y exhala la veracidad de un director que vive en ese espacio y que lo conoce incluso más que la palma de su mano. Combinando un reparto de actores con no actores y rodado en espacios naturales y escenarios reales, consigue un drama completamente inmersivo donde uno como espectador jura estar viendo un documental. La elegancia de la película, con una exquisita fotografía (la más bella que vimos en el festival) que retrata hermosos amaneceres, atardeceres y sombras, gana una nueva dimensión con el diseño de sonido. Lo que vemos se puede tocar, oler, escuchar y sentir.
Finalmente, en el elenco hay que mencionar a una excelente Molly Parker (Pieces of a Woman) y la gran labor de Moisés Arias (Monos), sin embargo Clifton Collins Jr. Popular actor y reconocido por un puñado de roles secundarios, consigue acá un protagónico sensacional. Demuestra toda su destreza en un papel introvertido y lleno de matices. Extraordinario.
Toca continuar con “Marvelous and The Black Hole“ (Kate Tsang), “Judas and The Black Messiah (Shaka King), “The Dog Who Wouldn´t be Quiet” (Ana Katz) y “The World to Come” (Mona Fastvold).