Aunque la nueva película de Michel Franco – polarizado director que tiene un séquito que le aplaude con cada estreno, así como otro que critica y hasta pulveriza su obra – pasó por festivales y se estrenó en otro países el año pasado, recién llega acá a través de Primevideo.
De hecho, “Nuevo Orden” se alzó con el Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia (presidido por Cate Blanchett). Un galardón que nos resulta increíble, más aún cuando varias (sino todas) las demás en competencia eran superiores (dígase “The World to Come”, “Pieces of a Woman”, “Hijos del sol” o. “Never Gonna Snow Again”).
En “Nuevo Orden” iniciamos nuestra travesía festejando el matrimonio de una familia de clase alta. Mientras que afuera de la casa, a tan solo unas cuadras y alrededor de la ciudad, violentas protestas amenazan la seguridad. El conflicto estalla, la turba toma las viviendas y empieza una vorágine de delitos y destrozos, donde entre toques de queda y abuso militar, el caos reina.
Quizás a ojos de alguien del “primer mundo”, como debe haber sucedido con el jurado de la “Mostra”, el retrato de lo sucedido no solo sea impactante, sino realista y por lo tanto, necesario de recalcar y premiar. Sin embargo, para los que conocemos de cerca esta realidad, resulta insultante. Más aún cuando atravesamos una fuerte crisis económica, política y sanitaria, donde la genuina cara del monstruo de la corrupción tomó las riendas del caballo.
«Nuevo Orden” solo agarra la cáscara de todos los problemas y conflictos que conocemos y los licúa sin asco ni respeto. El resultado es una bebida amarga e incluso irresponsable en su necesidad de generar polémica y propaganda. Siempre que una obra de arte, ya sea pictórica, musical, literaria o audiovisual (da lo mismo) busque retratar realidades problemáticas, el artista debe realizarlo con mucho tino. Debe poner alma en el trabajo, tomarlo con respeto y hacerse responsable de su impacto. Dos ejemplos recientes a mano alzada, donde la pita se tuerce con buena muñeca, serían “Parasite” o “La Casa de Jack”.
A fin de cuentas Michel Franco consiguió lo que buscaba con “Nuevo Orden”. Generar polémica, hacer ruido y golpear a los menos precavidos con excesos. Recibió premios y aplausos con su estreno, así como críticas y pólvora. Una raya más al tigre.