Por Carlos Chanca Navarro
Cuando la película del JOKER se estrenó, los comentarios más sonados fueron la implacable actuación de Joaquin Phoenix o la gran adaptación de una Gótica en decadencia y de cómo los orígenes de ciertos personajes podían ser muy distintos y al mismo tiempo atrapantes. Sin embargo, el film nos estaba contando algo más necesario de atender para muchos hoy en día: La Salud Mental.
El tema fue abordado con cierta ambigüedad según algunos especialistas y para otros tuvo una base sólida que invitaba al espectador a investigar más sobre la condición de este personaje. Es así que, JOKER reforzó las luchas de las minorías; de esa gente que deambula por las sombras, olvidadas por el sistema, por su propia familia e incluso por ellas mismas. Y todo lo hace desde la perspectiva de alguien dañado que sufre una patología específica: Epilepsia gelástica. Un defecto del sistema nervioso central llamada hamartoma hipotalámico, que provoca esa carcajada incontrolable; de la cual no puede escapar. Un síntoma raro y al mismo tiempo difícil de tratar (esta condición puede desencadenar también los cambios de conducta como la irritabilidad y la ira, pero no justifica el deseo de poder que consigue el personaje después de su primer asesinato). Es así como una niñez cruda y trágica más la condición genética sirven para explicar el origen de la psicopatía de este personaje.
De ahí que La Salud Mental abarque diversas raíces y esté conectada a la salud física y el entorno. Si entendemos la salud mental como un recurso que nos permite desarrollarnos en los diferentes ámbitos de la vida, tenerla descuidada sería un estancamiento. A su vez la incapacidad de considerar a la otra persona como igual y por tanto, merecedora de buen trato y respeto, también es un reflejo de la falta de salud mental (la sociedad vs el individuo).
En cuanto a la percepción de la sociedad. Los prejuicios y estigmas que existen hacia las personas con condiciones mentales sigue siendo una problemática puntual para la concientización. En esta parte del continente los trabajos enfocados a la salud mental tienen cada vez más foco de atención; lo cual no significa que haya efectividad completa. Conforme al Plan de acción sobre salud mental para la región de las Américas (2015-2020) publicado por la Organización Panamericana de la Salud, el 73.5% de los adultos que sufren trastornos afectivos, de ansiedad y por uso de sustancias; no reciben tratamiento adecuado. Así mismo, el 88% de los presupuestos destinados a salud mental están yendo a los hospitales psiquiátricos en lugar de elaborar servicios de salud mental a nivel comunitario (para evitar así los largos viajes a ciudades grandes que la mayoría no puede costear).
Como varios países en Sudamérica, Perú fue una nación que tardó en darle la real importancia a este asunto. Durante los últimos 5 años se han venido implementado estudios y reformas que proponen un interés prioritario para la Salud Mental. Por ejemplo: La Defensoría del Pueblo publicó en 2018 el informe «El Derecho a la salud mental» donde se mencionó que cerca de un 15% de los peruanos padece de un problema de salud mental. Esto equivale a más de 4 millones de personas. Sin embargo, la cantidad de psicólogos y psiquiatras no compensa la atención necesaria hasta la actualidad.
La Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública publicó en 2019 que los centros de Salud Mental Comunitarios y Hogares Protegidos resultaron más eficientes que los hospitales psiquiátricos, todo durante el periodo del 2013-2018 y sólo con el 11% de financiamiento y el 43% de psiquiatras.
Debido a estas contingencias: Según El Ministerio de Salud (MINSA) en el presupuesto del sector público para el año 2020, se ha asignado 350 millones de soles para la salud mental, monto que es superior a los asignados en el 2019 (70 millones de soles). Se debe agregar también que se implementaron entre 103 a 151 centros de Salud Mental Comunitarios y 13 hogares protegidos durante el último año. Haciendo hincapié de que el enfoque de salud mental está cambiando la forma de atención: Involucrando más a la comunidad y a personas con conocimientos tradicionales o alternativos que contribuyan al cuidado de los pacientes.
En una era donde la tecnología apremia, se han creado medios de soporte para las personas con ansiedad crónica y/o trastorno depresivos persistente: Entre otros males ligados a la salud mental. Uno de estos medios es Sentido: Centro Peruano de Suicidiología y Prevención del Suicidio. Por otro lado, la fundación CALMA, ofrece consejería psicológica sin costo sobre diversos ámbitos de la psiquis de un individuo, y también existe la app gratuita “Déjame ayudarte” que está enfocada en la información y orientación consciente sobre distintos trastornos de salud mental. Todas estas ayudas colectivas han tomado como base las crecientes cifras de deceso por suicidio. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha identificado que de cada 20 personas con eventos de depresión en el Perú, una intenta suicidarse. En el primer semestre del 2019 se reportaron 1.390 intentos de suicidio en el país; según fuentes directas del Ministerio de Salud.
La reforma de salud mental se viene gestando desde diferentes puntos de soporte. Con el inesperado choque mundial contra el Coronavirus, este plan debe mantenerse a flote ya que esta crisis mundial ha intensificado los problemas mentales. Se necesita un flujo de trabajo para lograr resultados realistas y de la mano una prevención constante. Las enfermedades mentales están rodeadas de estereotipos y cuesta entender la situación de las personas que las padecen. El cine como gran mecanismo de influencia puede distorsionar algunos conceptos. Por esta razón, en la actualidad se busca un equilibrio entre lo narrativo y lo real para empatizar con el público, para generar diálogo, y más importante aún, para comenzar a derrumbar ciertos tabúes que no nos favorecen como sociedad.
-Si conoces a alguien que está pasando por un periodo de depresión constante y distanciamiento de sus actividades. Acércate con sensibilidad y ofrece tu apoyo, sé paciente, escucha sin juzgar y lo más importante: Motívalo a buscar ayuda profesional-